11/06/2025
En un contexto donde muchas personas deciden postergar la maternidad o la paternidad, informarse sobre los cambios en la fertilidad a lo largo del tiempo y cuestionar creencias instaladas es clave para tomar decisiones conscientes.
En los últimos años, el debate sobre la fertilidad ha comenzado a correrse del lugar común que lo reducía exclusivamente al "reloj biológico". Aunque la edad sigue siendo un factor relevante, especialistas en salud reproductiva advierten que existen múltiples variables que inciden en la capacidad de concebir, tanto en mujeres como en varones, y que es necesario incorporar una mirada más amplia y actualizada sobre el tema.
Uno de los cambios más significativos en este campo
es la creciente visibilidad de las condiciones que afectan la fertilidad más
allá de la edad cronológica. Enfermedades como el síndrome de ovario
poliquístico, la endometriosis, las infecciones de transmisión sexual no
tratadas, o factores genéticos, pueden incidir en la fertilidad incluso en
mujeres jóvenes. En el caso de los varones, la calidad y cantidad de
espermatozoides también puede verse afectada por el estrés, el consumo de
sustancias, la obesidad, enfermedades crónicas o el sedentarismo.
Además, los estilos de vida urbanos, con jornadas
laborales extensas, poca actividad física, alimentación ultraprocesada y
exposición constante a contaminantes ambientales, también juegan un papel
importante. Según datos del Ministerio de Salud, más del 15% de las parejas en
edad reproductiva presentan alguna dificultad para concebir. Sin embargo, gran
parte de estas causas son tratables con atención médica oportuna y adecuada.
Frente a esta realidad, aumenta la demanda de información y también de acceso a tratamientos de fertilidad. La medicina reproductiva ha avanzado de forma notable en las últimas décadas. Hoy se cuenta con métodos de preservación de óvulos, diagnóstico genético, fertilización asistida, y tratamientos hormonales que permiten ampliar el horizonte de quienes desean postergar o planificar su maternidad o paternidad. En Argentina, la Ley Nacional de Reproducción Médicamente Asistida (Nº 26.862), sancionada en 2013, garantiza el acceso gratuito a estos tratamientos a través del sistema de salud pública y obras sociales, aunque su implementación presenta desigualdades según la región y la cobertura.
En paralelo, se ha consolidado una discusión
cultural en torno a la maternidad como mandato. Muchas mujeres expresan el
deseo de elegir el momento en que quieren ser madres o incluso de no serlo sin
que su decisión esté condicionada por la presión social o médica. En ese
contexto, la fertilidad dejó de ser un asunto exclusivo de la biología y pasó a
ser también un terreno político, emocional y económico.
Especialistas recomiendan realizar controles
ginecológicos y urológicos periódicos, incluso cuando no se esté buscando un
embarazo, para conocer el estado de salud reproductiva. También insisten en la
importancia de la educación sexual integral desde edades tempranas, no solo
para prevenir embarazos no deseados, sino también para comprender cómo funciona
el cuerpo y cuáles son las posibilidades reales de concebir.
Más allá del reloj biológico, la fertilidad es un
proceso complejo y multifactorial. La clave está en dejar atrás los mitos,
buscar información confiable y tomar decisiones informadas y acompañadas, con
respeto por los tiempos, los cuerpos y los deseos de cada persona.
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