Cumbre ambiental en Niza: presencia sin diálogo entre Lula y Milei

En la ciudad francesa de Niza, los presidentes de Brasil y Argentina, Luiz Inácio Lula da Silva y Javier Milei, coincidieron en la apertura de la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, aunque no llegaron a saludarse. La diferencia en los horarios de sus intervenciones impidió un encuentro directo, a pesar de compartir escenario en el evento. El presidente francés Emmanuel Macron, anfitrión de la cumbre, sí mantuvo encuentros con ambos líderes del Mercosur.

Lula, invitado a pronunciar uno de los discursos principales, centró su intervención en los desafíos medioambientales que afectan a los océanos. Su participación adquiere relevancia en un año clave para Brasil, que será sede de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), prevista para noviembre. Sin embargo, el mandatario brasileño tuvo que acortar su agenda por un cuadro gripal y se retiró antes de lo previsto, según informaron desde el Palacio del Planalto.

Durante su exposición, Macron dirigió unas palabras al "querido Lula" y destacó la conexión entre la cumbre sobre los océanos y la agenda climática de la COP30. También aprovechó para lanzar una crítica indirecta al empresario Elon Musk, al señalar que la humanidad debería "explorar su última frontera, los océanos, antes de precipitarse hacia Marte".

En paralelo a la cumbre, los esfuerzos diplomáticos en torno al acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur ocuparon parte de la atención. Macron reiteró sus reparos frente al tratado, con especial énfasis en la necesidad de salvaguardias para los productores agrícolas europeos, mientras que Lula mostró una postura más conciliadora. Brasil estaría dispuesto a aceptar condiciones adicionales planteadas por la UE, en busca de cerrar las negociaciones en los seis meses restantes del año.

El presidente brasileño sostuvo que la ratificación del tratado sería "esencial desde el punto de vista ambiental, comercial y estratégico", y defendió el multilateralismo como antídoto frente al avance del proteccionismo, especialmente en el contexto global que ha tomado fuerza con figuras como Donald Trump.

Durante un almuerzo con el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, Lula reafirmó su optimismo en lograr el acuerdo antes de fin de año. Más tarde, Costa dialogó también con Javier Milei y el canciller argentino Gerardo Werthein sobre el mismo tema, aunque no trascendieron detalles concretos sobre las condiciones que aún deben consensuarse.

En su discurso ante la Conferencia sobre los Océanos, Lula alertó sobre el calentamiento de los mares y el impacto de la contaminación marina: "En un año, la temperatura media del mar aumentó tanto como en los 40 años anteriores", advirtió. También señaló que, en la última década, se produjo más plástico que en todo el siglo XX, y que estos desechos ya representan el 80 % de la contaminación oceánica.

Finalmente, Lula llamó a los asistentes a sumarse en noviembre a la COP30, que se celebrará en Belém do Pará, en plena región amazónica: "Quien defiende al Amazonas precisa ir al Amazonas", afirmó. "Allí verán que debajo de la copa de cada árbol hay un niño indígena, un pescador, un extractivista, un ser humano". Y cerró con un mensaje dirigido al mundo desarrollado: "Los países ricos deben pagar su deuda con el medio ambiente, acumulada por décadas de emisiones contaminantes".