23/07/2025
También se recabaron datos sobre el estado de ánimo y los hábitos de uso del teléfono a través de cuestionarios específicos.
Una reciente investigación llevada a cabo por expertos de Alemania sugiere que el uso constante del teléfono celular podría estar alterando la química cerebral de manera similar a las adicciones a sustancias como el alcohol o la nicotina. El estudio, publicado en la revista Computers in Human Behavior, analizó los efectos de restringir el uso del dispositivo durante 72 horas y detectó cambios significativos en áreas del cerebro vinculadas a los sistemas de recompensa y deseo, asociadas a los neurotransmisores dopamina y serotonina.
El experimento fue realizado por investigadores de
la Universidad de Heidelberg y la Universidad de Colonia, quienes trabajaron
con un grupo de 25 adultos jóvenes, de entre 18 y 30 años, usuarios frecuentes
de teléfonos inteligentes. Durante tres días, los participantes sólo pudieron
utilizar sus dispositivos para tareas esenciales como el trabajo o la
comunicación con familiares.
Para evaluar los efectos de esta restricción, se
utilizaron escáneres cerebrales mediante resonancia magnética funcional (fMRI)
y se aplicaron pruebas psicológicas antes y después del período de privación.
También se recabaron datos sobre el estado de ánimo y los hábitos de uso del
teléfono a través de cuestionarios específicos.
Al observar imágenes de celulares encendidos, los cerebros
de los participantes mostraron patrones de activación similares a los
registrados en personas con adicción al alcohol o la nicotina, especialmente en
las regiones cerebrales relacionadas con la regulación emocional, la motivación
y el control de impulsos. En cambio, la exposición a imágenes de celulares
apagados o paisajes neutros no produjo reacciones similares.
A pesar de los cambios observados en la actividad cerebral, los resultados de las pruebas psicológicas no reflejaron un incremento en los niveles de ansiedad o deseo por el teléfono. Incluso, algunos participantes reportaron una leve mejoría en su estado de ánimo durante el período de restricción, aunque estos resultados no fueron estadísticamente concluyentes.
El concepto de "adicción a los teléfonos
inteligentes" sigue siendo motivo de debate en la comunidad científica. Si bien
la neurociencia ha documentado comportamientos compulsivos relacionados con su
uso, algunos expertos consideran que el término "adicción" podría simplificar
en exceso un fenómeno que involucra tanto hábitos tecnológicos como necesidades
sociales.
Los investigadores advirtieron que todavía no se
puede separar con claridad el deseo de usar el celular del deseo de interacción
social, ya que ambas motivaciones suelen estar profundamente entrelazadas en la
actualidad. Por ello, instaron a seguir investigando para identificar qué
aspectos específicos del uso del teléfono pueden generar dependencia y cómo
varía su impacto según el contexto o el perfil de usuario.
Estos hallazgos contribuyen a una comprensión más
profunda de las implicancias neurológicas del uso excesivo de la tecnología y
abren nuevas preguntas sobre sus efectos a largo plazo en la salud mental y
emocional.
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23 de julio de 2025
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