Generación Z vs. Generación Alfa: cómo se relacionan con la tecnología

Dos generaciones consideradas nativas digitales se desarrollan en contextos tecnológicos y culturales muy distintos. La Generación Z, integrada por personas nacidas entre 1997 y 2012, creció en un mundo transformado por la irrupción de las redes sociales y los teléfonos inteligentes. La Generación Alfa, en cambio, nacida desde 2013 hasta 2024, lo hizo en un entorno completamente atravesado por la inteligencia artificial, los asistentes de voz y la gamificación educativa.

Aunque comparten una alta exposición a la tecnología desde edades tempranas, las diferencias entre ambas generaciones son profundas, según un análisis citado por el sitio HowStuffWorks. Mientras la Generación Z fue protagonista del auge de plataformas como TikTok e Instagram y atravesó una transición desde lo analógico hacia lo digital, los Alfa viven inmersos desde el nacimiento en dispositivos inteligentes, contenidos a demanda y procesos de aprendizaje mediados por tecnología.

En el plano cultural y social, también se observan contrastes. La Generación Z tiene una marcada conciencia sobre la salud mental, influida en parte por la pandemia y el aislamiento, y se caracteriza por su activismo en temas como el cambio climático, la equidad de género y la diversidad. Son adultos jóvenes que comienzan a insertarse en el mercado laboral con una fuerte identidad digital, flexibilidad adaptativa y una perspectiva crítica sobre el sistema.

Por su parte, la Generación Alfa crece en hogares donde la tecnología está completamente integrada. En muchos casos, son hijos de Millennials, quienes a su vez experimentaron de forma directa los primeros cambios tecnológicos en la educación y el trabajo. Esta influencia intergeneracional, junto con el uso cotidiano de asistentes de voz, plataformas de streaming y aplicaciones educativas, moldea una nueva manera de aprender, socializar y entender el mundo.

Estudios como los del Pew Research Center subrayan que la clave para comprender estas generaciones no radica solo en la tecnología que utilizan, sino en cómo los grandes eventos y sistemas de valores configuran su identidad colectiva. Analizar sus comportamientos y prioridades permite anticipar transformaciones futuras en ámbitos como la educación, la cultura, el consumo y el mercado laboral global.