Escándalo en el Congreso: Espert en la mira por agravio a Florencia Kirchner

Una semana después del fallo de la Corte Suprema que confirmó la condena y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos de Cristina Fernández de Kirchner, un nuevo foco de tensión política se encendió en el Congreso argentino. Quince diputados del bloque Unión por la Patria solicitaron la expulsión de José Luis Espert de la Cámara de Diputados, acusándolo de "inhabilidad moral sobreviniente" por expresiones consideradas misóginas y ofensivas contra Florencia Kirchner, hija de la expresidenta.

El pedido se presentó tras una intervención del legislador libertario en la Cumbre Mundial de Comunicación Política, celebrada el 11 de junio en la sede de la Universidad Católica Argentina (UCA). Durante su exposición, Espert lanzó una frase que rápidamente se viralizó y generó repudio: "¿Cómo no vas a estar amargada si sos hija de una gran puta?". La reacción del público fue inmediata: abucheos, gritos de desaprobación y tensión generalizada en el auditorio. La situación obligó a interrumpir el evento, mientras el diputado se retiraba por una salida lateral escoltado por personal de seguridad.

Entre los legisladores que firmaron el pedido figuran Eugenia Alianiello, Andrea Freites, Daniel Gollán, Martín Soria, Nancy Sand, Roxana Monzón, Lorena Pokoik, Hilda Aguirre, Jorge Romero, Carlos Cisneros, Agustina Propato, Ana María Ianni, Jorge Araujo Hernández, Juan Manuel Pedrini y Aldo Leiva. En el texto, subrayaron que la frase no puede ser interpretada como un exabrupto aislado, sino como un acto deliberado de violencia simbólica y de género, dirigido a una persona que no ejerce funciones públicas.

Los firmantes sostienen que las palabras de Espert "lesionan gravemente la legitimidad simbólica de esta Cámara" y que su conducta "no puede estar amparada por los fueros parlamentarios, ya que se produjo fuera del recinto y trasciende el ejercicio legislativo". También recordaron el artículo 66 de la Constitución Nacional, que faculta al Congreso a remover a sus miembros por razones éticas o morales.

El episodio se inscribe en un contexto de creciente polarización política y encendió un nuevo debate sobre los límites de la libertad de expresión en el discurso público. Los diputados oficialistas afirman que Espert no solo insultó, sino que "habilitó discursivamente la reproducción de discursos de odio, que degradan la calidad democrática y deshumanizan al adversario político, incluso en el plano familiar".

En declaraciones posteriores, Espert se mantuvo firme en sus dichos y defendió una publicación realizada en 2012, dirigida también a Florencia Kirchner. "Eso fue lo que escribí", dijo ante los gritos del público. Más tarde, minimizó el incidente y negó que lo hubieran expulsado del auditorio, asegurando que "de casi 1.000 personas, solo unas pocas me insultaron por recordar un tuit mío de hace 11 años".

La controversia ocurre en un momento especialmente sensible, con la condena judicial a Cristina Fernández aún fresca y las tensiones políticas a flor de piel. El pedido de expulsión deberá ahora ser tratado en el ámbito legislativo, donde se evaluará si las expresiones de Espert constituyen una falta ética grave que amerite su remoción.