El Papa León XIV resalta el valor del deporte como herramienta de unidad

Frente al avance de los conflictos armados y las crecientes tensiones internacionales, el papa León XIV volvió a alzar su voz con un fuerte mensaje de advertencia sobre la situación del mundo actual. En un videomensaje transmitido durante el evento solidario Partita del Cuore 2025, celebrado en el estadio de L'Aquila, el pontífice expresó que "nuestra humanidad está en juego", en lo que constituye una de sus intervenciones más preocupadas desde el inicio de su pontificado.

El evento reunió a figuras del deporte, la cultura y el espectáculo con el objetivo de promover la unidad y la fraternidad, incluso en contextos de rivalidad o crisis. León XIV se dirigió a los presentes con un llamado a no rendirse ante la división: "Aún es posible encontrarnos, incluso en tiempos de bombas y guerras. Es necesario crear oportunidades para ello y desafiar las divisiones. Este es el mayor desafío: encontrarse a uno mismo".

Durante su intervención, el Papa destacó al deporte como un instrumento para la reconciliación social. Sostuvo que, allí donde prevalece la desconfianza, el encuentro deportivo puede abrir caminos hacia el entendimiento. Recordó además la histórica tregua de Navidad de 1914, cuando soldados enemigos interrumpieron brevemente la Primera Guerra Mundial para jugar un partido de fútbol, demostrando que incluso en medio del horror, el encuentro humano sigue siendo posible.

En paralelo, León XIV fue igualmente contundente al participar del Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, en el Vaticano, donde denunció el uso del hambre como herramienta de guerra. "Matar de hambre a la población es una forma muy barata de hacer la guerra", afirmó, subrayando que esta práctica no se debe a la escasez de recursos, sino a decisiones políticas deliberadas.

El Papa reclamó a los gobiernos y actores internacionales que detengan las estrategias que impiden el acceso a alimentos, agua o asistencia humanitaria, señalando que "no se mata sólo con las armas, sino también negando el pan". Acusó a los responsables de estas prácticas de sembrar terror "matando lentamente" y advirtió que permitir el hambre como castigo colectivo constituye una forma de violencia silenciosa pero devastadora.

"Cuando el pan se convierte en un arma, todos hemos perdido", sentenció León XIV, recordando que el poder genuino no se basa en el control, sino en el servicio. Con un mensaje claro, apuntó tanto a líderes armados como a gobiernos que, por acción u omisión, anteponen intereses políticos o económicos al derecho a la vida.