09/06/2025
Así lo revela una reciente investigación realizada con casi 1.500 jóvenes, que refuerza la preocupación por los efectos emocionales, sociales y económicos de una práctica cada vez más extendida entre menores de edad.
Una nueva investigación de Unicef encendió las alarmas sobre una práctica en crecimiento entre los adolescentes: el acceso cada vez más temprano y frecuente a las apuestas online. Según datos relevados a través de la plataforma U-Report, en colaboración con la organización Bienestar Digital, el 80% de los adolescentes consultados reconoció haber participado o conocer a alguien que lo haya hecho, y lo más preocupante es que la edad promedio de inicio es de tan solo 13 años.
El informe destaca el rol que cumplen las billeteras
digitales, cuya disponibilidad y facilidad de uso ha permitido que miles de
menores incursionen en juegos de azar sin obstáculos. El 37% de los
adolescentes encuestados asegura apostar con frecuencia, y algunos incluso lo
hacen a diario, una conducta que ya empieza a generar preocupación entre
especialistas en salud mental y actores del sistema educativo.
A este fenómeno se suma la influencia constante de
las redes sociales y ciertos influencers que promocionan plataformas de
apuestas sin controles estrictos. Las empresas del rubro han desarrollado
estrategias de marketing dirigidas al público joven: bonificaciones por
registrarse, apuestas gratuitas o códigos promocionales que permiten jugar sin
depositar dinero al principio, lo que resulta particularmente atractivo para
menores.
Los adolescentes no son ajenos a las consecuencias: el 71,9% identifica al juego online como una problemática que afecta a su generación y el 42% considera que deberían aplicarse mayores restricciones. Sin embargo, el informe revela un dato preocupante: el 40% nunca ha conversado sobre el tema en su hogar, lo que refleja un vacío en la comunicación familiar respecto a esta forma de consumo digital.
Frente a este escenario, Unicef propone una serie de
recomendaciones para padres, madres y tutores: supervisar activamente el uso de
billeteras digitales y herramientas de pago, habilitar controles parentales en
dispositivos electrónicos, fomentar conversaciones abiertas sobre los riesgos
del juego en línea y, ante cualquier indicio de adicción, consultar con
profesionales especializados.
La falta de regulación efectiva es otro de los ejes
centrales del informe. Muchas de estas plataformas operan sin validar la edad
de sus usuarios, violando normas básicas de protección a menores. Por eso, los
expertos coinciden en que el abordaje de esta problemática debe ser integral,
combinando políticas públicas, campañas de concientización, regulación estatal
y acompañamiento familiar.
En un contexto donde el entretenimiento digital es
parte cotidiana de la vida adolescente, comprender y actuar sobre los riesgos
del juego compulsivo se vuelve una tarea urgente. La prevención, advierten los
especialistas, empieza por la información, el diálogo y los límites claros.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
9 de junio de 2025
9 de junio de 2025