La historia de Marcelo, el profe que conecta a los adultos mayores con el teatro

La historia de Marcelo Arriola está marcada por la vocación y el amor por el teatro y cómo fue alcanzado sus sueños con el correr del tiempo. De profesión enfermero, hace unos años se recibió además de profesor de teatro y logró unir dos mundos tan disímiles, como la salud y el arte, para beneficio de un sector de la población como lo es el adulto mayor. Marcelo dialogó con El Bonaerense y repasó su camino artístico y terapéutico que disfruta en la actualidad.

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El amor y vocación por el teatro lo lleva desde muy pequeño: "Teatro hago desde la escuela primaria, siempre teníamos talleres y en la secundaria taller optativo en mi época en la escuela Polivalente". Incluso recuerda con mucho cariño aquellas producciones en las que participaba: "Hacíamos varias cosas con el tema de la representación para los actos escolares, canciones, videoclips en vivo. Después cuando aparecieron los bonaerenses siempre participábamos y hemos ganados varios premios", rememora.

Si bien el sueño de dedicarse al arte estuvo siempre, Marcelo explica que a veces los mandatos sociales truncan esas metas: "Es como que uno ya tenía marcado que tenía que trabajar, estudiar una profesión que dé de comer a mi familia, casarme, tener hijos, etcétera". Fue así que ejerció durante 32 años como enfermero en Neonatología y Pediatría, al tiempo que hacía producciones artísticas como hobby.

Más adelante, cuando sus tres hijos crecieron, Marcelo sintió que tenía que saldar una cuenta consigo mismo. Y se anotó a estudiar teatro en la Escuela Municipal de Arte Dramático (EMAD) de Mar del Plata. "Comencé en 2012 con la formación básica de las seis materias troncales y en segundo año elegí la orientación de profesor en teatro porque siempre estuve vinculado a la educación, fui preceptor, doy clases de chico y me gustó la idea", comparte. Fue así que tras cinco años de estudio, Marcelo se recibió de profesor en teatro con el mejor promedio de su promoción (9,12).

A medida que iba trabajando para una investigación, los caminos de la enfermería y el arte encontraron un punto en común en la vida de Marcelo. Y allí descubrió una nueva veta. "En cuarto año tenía una materia de investigación, que es como una tesina para aprobar el año y dije: voy a hacer una intervención en una escuela, en un área. Y me ofrecieron para dar unas clases en la Unidad Gerontológica del Puerto de manera gratuita entre 2017 y 2019". Eso le permitió conectar con los adultos mayores y fue descubriendo cómo, a través del teatro, mejoraba su calidad de vida. "Planteé 15 clases directamente con un objetivo puntual de mejorar y estimular las condiciones cognitivas de los adultos mayores", explica.

Una actividad con múltiples beneficios

La ciudad de Mar del Plata es una de las que más población mayor tiene en Latinoamérica. Un estudio reciente arrojó que el 25,8% de los habitantes del distrito tiene más de 60 años, por lo que resulta imprescindible brindarles herramientas a este segmento de la población. Y precisamente el teatro es una actividad muy positiva en cuanto a estimulación e inclusión.

"Unas de las tareas del teatro es la movilización del cuerpo porque es la herramienta del actor", detalla Marcelo. Y cuenta que durante su trabajo notó que "no había datos empíricos sobre los beneficios en adultos mayores". "Trasladado al adulto mayor la actividad es beneficiosa para la relajación y estiramiento y para oxigenar las articulaciones. Por ejemplo, yo les controlaba la tensión arterial antes y después de la actividad y era increíble cómo había bajado desde que ingresaban", agrega.

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Y no sólo los ayuda a nivel físico. También desde la parte cognitiva notan cambios favorables: "El teatro favoreció un montón el vínculo entre ellos, la necesidad de expresarse, de poder hablar, exteriorizar sus emociones", relata Marcelo. Y añade que "ellos se sentían mucho mejor haciendo amistades, tenían ganas de vivir y les encantaba cada propuesta del grupo, Eso les hacía muy bien a su salud".

Y no sólo consiste en improvisar una escena o caracterizar un personaje. La actividad teatral abarca un montón de situaciones internas y externas, tal como lo señala Arriola: "Los juegos teatrales tienen una finalidad, el cuerpo en sí se utiliza como ocio, tiempo perdido. Ahora cuando tengo un juego con una finalidad especifica pasa a ser terapéutico. Técnicas dirigidas a la voz, al movimiento, al trabajo corporal, todas son estimulantes del cuerpo. Disminuye el dolor de espalda, quedan súper relajados, también nos ayuda a estimular esas neuronas dormida".

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Hacia una nueva mirada del adulto mayor

Uno de los puntos en los que reflexiona Marcelo tiene que ver con la mirada de la sociedad hacia las personas mayores y en los estigmas que aún existen: "Yo creo que todavía falta, y mucho. Se puede filosofar mucho sobre el tema. En lo personal pienso que ha subido y evolucionado tanto la tecnología que preferimos mirar por una pantalla un monitor que marca un electro y nos quedamos con eso, como que nos ha separado de las personas. Estamos altamente tecnológicos guiados por maquinas, bombas, simuladores y muchas veces nos olvidamos de la esencia que es trabajar con la persona", detalla.

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Hilando más fino, Marcelo expresa que "en el caso del adulto mayor culturalmente ya existe desde lo legal, cumplís 65 años, sos jubilado y no servís para nada. Hay una tendencia y rezagos de ese tipo de situaciones en la cultura, y pienso que pasa en todas las áreas". Y contrapone esa mirada con un ejemplo claro: "Conozco amigos de 70 y pico, jubilados y cumplieron su sueño de ser carpinteros, y hacen unos muebles increíbles. Me parece que hay que encontrarle la veta a potenciar las cosas positivas que ellos tienen".

Por último, Marcelo concluye su reflexión sobre el adulto mayor y la posibilidad de aprender y conocerlos más: "Venimos de una mirada muy biologicista, del viejo, tenemos esa mirada de que el anciano ya no es productivo y en una sociedad capitalista ya no sirve. Tenemos mucho que aprender de ellos, y no condenar principalmente". "Depende mucho de la estimulación y de preocuparse, incluso en adultos que tienen muchas patologías, porque todos pueden hacer diferentes actividades en la medida de sus posibilidades"