Inseguridad y violencia en La Matanza: los vecinos aseguran que hay un abandono por parte de las autoridades

La Matanza, conocida por ser uno de los distritos más extensos y poblados del conurbano bonaerense, se enfrenta a una creciente ola de inseguridad y violencia que mantiene a sus habitantes viviendo con el temor constante.

Los recientes casos de Lautaro Alvarado y Thiago Galván resuenan en la zona, siendo ambos jóvenes victimas de la inseguridad y violencia en dicho distrito.

Thiago, apodado "Titi", de 16 años, fue asesinado a tiros en González Catán, en el mes de octubre, cuando fue abordado por dos sujetos en un intento de robo y lo asesinaron a balazos.

Por otro lado, Lautaro Alvarado falleció después de haber sido atacado a la salida de un boliche de Gregorio de Laferrere. El joven de 19 años estuvo más de diez días internado con muerte cerebral tras el ataque a principios del mes de noviembre.

LAUTARO ALVAREDO

El Bonaerense habló con Walter, un colectivero de la línea 86, quien comparte su experiencia y la de otros vecinos que han sido víctimas de la violencia desatada en la zona.

"Estábamos más o menos contenidos en los barrios de Laferrere, Virrey del Pino y González Catán, por un jefe comisario que teníamos y lo terminaron sacando", lamenta Walter.

La realidad actual, según sus palabras, es que "los robos son cada vez más violentos, es una locura".

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La inseguridad no se limita a las calles, también afecta a las escuelas. Walter relata la angustia de una madre que llamó para reportar robos en la escuela de sus hijos: "A los chicos le roban a la entrada y salida, a los profesores le roban los autos, no hacen nada y los vecinos no saben qué hacer".

El propio colectivero no escapada de la violencia. Recuerda un incidente ocurrido en enero de 2021, cuando fue amenazado con un arma de fuego mientras conducía su colectivo. "Me salvé de pedo que no me pegara el tiro".

LOS PROYECTILES QUE QUEDARON EN EL COLECTIVO LUEGO DEL ATAQUE

"Yo venía por Catán llegando a ruta 3 km 32 a la madrugada y había dos chicos arriba del colectivo, uno me apunta con un arma me insulta, me amenaza de muerte y me dice que le de todo, me iba a disparar y le digo tengo la mochila. Me levanto la camisa para buscar la mochila y se pensó que iba a sacar un arma, y ahí fue cuando me disparó", cuenta Walter y agrega: "El tiro me rozó la mejilla, le agarro con las manos el puño intentando sacarle el arma y me pasa por la mejilla izquierda el segundo tiro, le logro sacar el arma y volví a la empresa shockeado"

"También hay carteristas, eso es algo de todos los días, que se agarran los teléfonos, pero mis compañeros sufren amenazas de muerte y robos que por suerte no pasaron a mayores. En la línea 86 no tenemos tanto problema de inseguridad, pero tenemos miedo, se nos cruzan en el camino a la madrugada para robarnos, por ciertos lugares de Catán tenes que estar con cuidado. Esto afecta también a las otras líneas como la 378, la 620 y la 96", describe el vecino.

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La falta de respuesta del Municipio y autoridades locales es otro aspecto que resalta Walter. "Hemos manifestado muchas veces la problemática, no hay culpables de los hechos, no hay detenidos", critica, haciendo referencia a la falta de operativos nocturnos y la indiferencia de las autoridades municipales.

"Al Municipio hemos ido a una reunión manifestando la problemática y nunca nos prestaron atención. En junio de este año reclamamos por la inseguridad, se hizo una nota al municipio, pero no obtuvimos respuesta", señala.

La violencia también es un grave problema. "En Laferrere hay días de batalla campal, botellazos, siempre hay peleas, entre bandas o entre boliches y batalla campal y los operativos caso omiso", denuncia, subrayando la necesidad urgente de medidas eficaces por parte de las autoridades.

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Y agrega: "Los fines de semana tiene que haber operativos nocturnos, el responsable hizo caso omiso del operativo y se la pasan durmiendo, entonces no salían y nadie los controlaban, si hubieran cumplido lo de Lautaro no hubiera pasado por ejemplo"

En medio de este caos, los vecinos se organizan para enfrentar la situación. "Tratamos de organizarnos entre los vecinos. Los funcionarios que quedaron dejan que desear", expresa Walter, destacando la falta de apoyo y atención por parte de las instituciones.

"A una vecina, Carolina, la llevaron a dar una vuelta y la golpearon, la amenazaron de que deje de avivar a los otros vecinos. Nosotros nos pasamos imágenes entre nosotros y nos alertamos, Luego le secuestraron a su nene de 12 años. La empezaron a hostigar y como no se callaba se metieron con el hijo", relata.

Walter y otros vecinos reclaman por seguridad y respuestas concretas que frenen la violencia que azota sus calles de La Matanza.