El mensaje de la Iglesia a Milei en el Tedeum: "O somos hermanos o se viene todo abajo"

En un acto cargado de simbolismo patriótico y reflexión social, el presidente Javier Milei participó en el tradicional Tedeum por el Día de la Independencia, celebrado en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires. Acompañado por la vicepresidenta Victoria Villarruel, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y la vicejefa Clara Muzzio, Milei presenció el discurso del arzobispo Jorge Ignacio García Cuerva, marcado por un llamado urgente a la solidaridad y el cambio social.

??"Gritos, descalificaciones, expresiones vulgares y agresiones a las que estamos acostumbrados".

?Monseñor García Cuerva apuntó contra Javier Milei en el Tedeum por su manera de dirigirse a quienes piensan distinto. pic.twitter.com/JgZwSAHx87

— El Destape (@eldestapeweb) July 9, 2024

Mensaje del Arzobispo Jorge Ignacio García Cuerva

El arzobispo inició su intervención con un llamado a la empatía hacia aquellos "hermanos paralizados hace años en su esperanza", destacando la crisis que atraviesan muchos argentinos por la pobreza y la soledad. En un tono crítico, señaló la falta de solidaridad y el egoísmo como factores que perpetúan la desigualdad en el país. Haciendo eco a la historia de Argentina como nación independiente, afirmó que aún persisten "las cadenas de diversas esclavitudes" que impiden el desarrollo pleno y la mejora de la calidad de vida para todos los ciudadanos.

Tedeum 9 de Julio.
Monseñor Garcia Cuerva
"Que entren todos.... Que todos se sienten a la mesa de la dignidad" #actualidad #Argentina @Pontifex_es pic.twitter.com/ju351CWcuy

— Luis Bremer (@luisbremer) July 9, 2024

Llamado a la Unidad y Acción Social

El discurso del arzobispo también hizo referencia al "gran objetivo" de sanar a Argentina, levantándola de las dificultades que la aquejan y liberándola de las "camillas" que la mantienen postrada y enferma. Invocó la figura del Papa Francisco para enfatizar la urgencia de no ser indiferentes ante la situación social y económica del país, exhortando a todos los presentes y a la sociedad en general a unirse en la oración y la acción para construir un futuro más justo y equitativo. García Cuerva señaló que"hoy no hay tiempo para la indiferencia, no nos podemos lavar las manos, o somos hermanos o se viene todo abajo".

En su discurso, el arzobispo exigió que "vivamos la libertad de la mano del prójimo independizado de todo prejuicio del otro por pensar distinto, independizado del odio que nos enferma y carcoma desde las entrañas, independizados de la corrupción del ventajismo de los privilegios de algunos a costa de la indigencia de muchos".

García Cuerva expresó: "Porque algo no está bien cuando tenemos dirigentes muy ricos y un pueblo trabajador muy pobre".

Es en este marco invitó "a todos los presentes a rezar todos juntos por el país. Construir la fraternidad, mirarnos a los ojos y sentirnos hermanos, forjar la unidad entre los argentinos más allá de las diferencias, nadie es prescindible, nadie es descartable".