Escándalo en Avellaneda: Jorge Ferraresi se tomó licencia y dejó a su esposa como reemplazo

Con un video "emotivo" en sus redes, que incluyó aplausos de empleados municipales y un mensaje de "continuidad del proyecto", Magdalena Sierra asumió la intendencia interina de Avellaneda tras la licencia solicitada por su esposo, Jorge Ferraresi. Aunque desde el entorno del jefe comunal se intentó presentar como un simple traspaso institucional, la decisión encendió críticas en el oficialismo avellanedense y levantó sospechas de nepotismo.

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La licencia fue aprobada por el Concejo Deliberante y se extenderá del 1 al 31 de agosto, período en el que Ferraresi pondrá su atención en la campaña electoral como primer candidato a concejal por Fuerza Patria en lugar de ejercer el puesto por el que fue votado. Pero su reemplazo generó más ruido que respaldo.

UNA JUGADA QUE REABRE HERIDAS POLÍTICAS

La movida recuerda una vieja historia en la política de Avellaneda. En 2009, Baldomero "Cacho" Álvarez dejó la intendencia para asumir como ministro bonaerense, y su reemplazo fue el propio Ferraresi. En vez de cuidar el lugar, Ferraresi consolidó su liderazgo y le armó la interna al saliente. Ahora, con ese recuerdo latente, el actual intendente parece decidido a no correr riesgos: dejó la silla en manos de su esposa.

Ferraresi reavivó la interna de "Cacho" Álvarez para quedarse con la intendencia en 2009.

Sierra, que fue diputada nacional y es su principal aliada política, ya venía teniendo un rol clave como jefa de Gabinete. Pero su asunción como interina fue interpretada por sectores del peronismo como algo más que una cobertura temporal. Desde la intendencia señalan que la intención es instalar su figura de cara a 2027 sin construir consenso dentro del espacio.

MAL CLIMA EN LA INTERNA DEL PJ LOCAL

La escena en la que Sierra entra al despacho con aplausos no cayó bien en todos los rincones del municipio. Varios dirigentes y empleados vieron en ese gesto un intento de legitimación forzada, y no una transición natural. En un momento en que el oficialismo provincial intenta recuperar iniciativa en plena campaña legislativa, la concentración del poder en lo familiar aparece como un mensaje inoportuno.

Más allá de la coyuntura, hay algo que pocos dudan en Avellaneda: Magdalena Sierra es la heredera natural del proyecto Ferraresi. Con su influencia territorial y respaldo político, ya fue mencionada como posible sucesora en elecciones futuras si su actual pareja busca escalar hacia la política provincial y nacional.

A pura emoción y abrazos, Sierra tomó la intendencia de Avellaneda.

En su primer mensaje tras asumir, Sierra escribió en sus redes: "Con el compromiso de siempre, voy a seguir acompañando el proyecto que lidera Jorge Ferraresi". Pero puertas adentro del PJ, el clima dista de ser armónico. Algunos ya advierten que si no hay instancias de discusión y apertura, las tensiones podrían escalar rumbo a una ruptura.

UNA CAMPAÑA CARGADA Y UN GESTO RIESGOSO

Todo ocurre en un momento clave para el peronismo bonaerense. Con la mira puesta en las elecciones legislativas del 7 de septiembre, donde se pondrán en juego bancas clave en los concejos deliberantes, el oficialismo necesita cohesión y estrategia. Sin embargo, decisiones como esta reavivan fantasmas de personalismo y desmovilizan a sectores que reclaman mayor participación.

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En Avellaneda, el peronismo venía de una estructura relativamente ordenada, pero la jugada de Ferraresi alteró el tablero. De cara a las urnas, no todos creen que la foto de familia sirva para cerrar filas. Algunos, incluso, ya preparan sus propios movimientos.