28/11/2024
Franco Gollo es un referente de la innovación y del trabajo en equipo. Gracias a su fuerza de voluntad, disciplina y prácticas en la meditación logró enfocar su vida y convertirse en la persona que siempre deseó ser en el Instituto de Tecnología de Massachusetts pese a todas las adversidades que enfrentó en el camino
por
Ignacio Busto
Desde El Bonaerense tuvimos una entrevista exclusiva con Franco Gollo, el primer argentino en recibir una doble titulación en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (M.I.T.). Pese a este logro, reconoce que "el trabajo es de todo el equipo". El oriundo de Mercedes tuvo que enfrentar grandes dificultades que casi lo llevaron a abandonar sus sueños. En esta entrevista, Franco se abre y cuenta todos sus sentimientos y los procesos internos que fue realizando hasta convertirse en la figura que es hoy.
El primer premio que desarrollaron y por el que su equipo fue premiado, se basó en una aplicación que permite a las empresas e instituciones poder realizar un autodiagnóstico ambiental mediante la implementación de inteligencia artificial y la cámara del celular. Dicho proyecto fue realizado en colaboración con la fundación mexicana "Salvemos el Agua". Gracias a la aplicación de esta herramienta se evalúa el consumo de agua, energía y gestión de residuos para poder ofrecer las mejores alternativas en pos de proteger el medioambiente.
El segundo premio que el equipo de Franco fue distinguido fue la creación de la startup "Capital Linker" la cual la desarrolló en conjunto con seis estudiantes del M.I.T. Esta plataforma busca conectar a inversores, emprendedores, proveedores y profesionales para crear oportunidades de negocios. "Funciona similar a Tinder pero para profesionales", explica Franco.
Franco en el M.I.T. con su doble titulación
Superar las adversidades
Nacido en la localidad de Mercedes, provincia de Buenos Aires, Franco es hijo de un padre plomero y gasista y de una madre docente de educación física de una escuela de chicos con diversas discapacidades. "En mi casa aprendí desde muy chico el trabajo en equipo y buscar soluciones a los problemas".
A la corta edad de 12 años, Franco se entera que su padre fue diagnosticado con cáncer de estómago "fue un cambio disruptivo en mi casa", reconoce. "En ese momento nos tuvimos que unir como familia para poder salir adelante ya que mi papá era el que más plata traía a la casa. Ese momento me sirvió como aprendizaje de la importancia del trabajo en equipo".
En su paso por la escuela secundaria, tuvo que lidiar con los problemas lógicos de un adolescente: llevarse materias, no saber qué estudiar y tener la duda de si debería luchar por sus sueños o elegir una vía que le de mayor estabilidad.
En la actualidad también dicta cursos y charlas
Una vez que terminó, y con más dudas que certezas, se anotó en la UBA en la carrera de Ingeniería en Sistemas. Sin embargo, al poco tiempo dejó la carrera y se cambió a Comunicación Social, una carrera que también terminó dejando. "Me costaba verme a futuro, no me imaginaba qué iba a hacer de mi vida o a qué me iba a dedicar", explica.
Cuando cumplió 20 años y seguía dudando sobre su futuro, el cáncer de su padre volvió a aparecer. Sumado a esto, su novia de aquel entonces quedó embarazada "tuve la suerte de que la última charla que tuve con mi papá fue un 31 de diciembre cuando le dije que él iba a ser abuelo", recuerda emocionado. "Al fallecer mi papá y al nacer mi hijo fue un gran quiebre que tuve en mi vida y que me di cuenta que tenía que ir para adelante si o si", afirma Franco. Con esta mentalidad se planteó un objetivo: empezar una carrera y terminarla.
De esta manera, mientras ejercía de padre y trabajaba en un banco, pudo cumplir sus estudios en Marketing en un total de siete años. Tras su titulación comenzó a trabajar en el ámbito del marketing musical, principalmente en el jazz.
Pese a estar trabajando de lo que le gustaba, el rédito económico no era el mejor y, sumado a otros problemas personales, decide comenzar a formarse como coach e incursionar en la meditación. Así, terminó en un monasterio de la India llamado Vipassana: "Lejos de ser un buda, lo que trabajas es una técnica que te ayuda a bajar el ruido mental y a poder canalizar la energía y a centrarte en lo querés hacer", explica.
Franco en el M.I.T.
Al volver a la Argentina con su mente más organizada y dispuesta a llegar más lejos en su vida, decidió anotarse en la Universidad Torcuato Di Tella para estudiar un Máster en Administración de Empresas.
"A lo largo de toda la carrera y mi posterior trabajo en el M.I.T. me fueron pasando un montón de cosas y enfrentar desafíos muy difíciles, no es todo color de rosas", asegura. Sin embargo, gracias a sus prácticas de meditación y su sueño de prosperar logró terminar su maestría.
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Con la idea de poder seguir aprendiendo en el mundo que descubrió, Franco se postula para realizar un curso en el Instituto de Tecnología de Massachusetts presentando toda su formación y sus trabajos de investigación. Una vez que lo aceptan y comienza a trabajar en el primer proyecto le ofrecen pasarse a un curso mucho más complejo.
Franco reconoce que se convirtió en el primer argentino en tener dos titulaciones en el M.I.T. gracias a la directora del instituto que le permitió poder desarrollar ambas capacitaciones al mismo tiempo.
Los exteriores del M.I.T.
Finalmente, el oriundo de Mercedes reflexiona sobre el lugar al que llegó y aclara: "No hay una magia o una fórmula para triunfar en la vida. La clave es ir para adelante haciendo lo que a uno le gusta y sacrificando algunas cosas en busca de algo mejor". Y añade: "un montón de veces quise tirar la toalla pero siempre hay alguien que cree en vos y es vos mismo, gracias a ello llegué a tener mi doble titulación".
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11 de diciembre de 2024
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