Crisis en el Sistema de salud: 84,5% de los pacientes no debería haber ido

Los datos numéricos afirman la crisis en el sistema de salud público y privado, la demanda multitudinaria de turnos y la falta de personal. Un 84,5% de las consultas que se reciben en esos servicios reservados para la atención de emergencias son por motivos de bajo riesgo. Es decir, no demandan atención de complejidad y se podrían resolver clínicamente, sin necesidad de tener que esperar horas en una sala.

El relevamiento estuvo a cargo de la Comisión de Directores Médicos de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina y la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio (Adecra+Cedim).

El estudió afirma que un 2,6% de las consultas analizadas eran de alto riesgo, con peligro de vida y necesidad de atención urgente, el otro 12,9% eran demandas de riesgo medio.

En los tres meses hubo 1.045.900 consultas en los servicios de emergencias, lo que acompañado a la migración de especialistas generó un embudo en las guardias, consideradas de fácil acceso y estudio para la población promedio.

En relación a los horarios, el 52% de las demandas fue entre las 16 y las 22. Entre esos horarios, uno de cada cuatro pacientes tuvo que esperar más de dos horas para ser atendido. Entre las 6 a 11 de la mañana, el tiempo de espera descendía a media hora promedio.

El impuesto a las ganancias a los trabajadores de salud que aplicó el gobierno nacional generó que empezaran a faltar médicos y médicas que cubran guardias. Esto generó que gran parte de la demanda vaya a los facultativos que realizan guardias de 24 horas.

La guardía se convirtió en la única fuente de consulta, para la gestión de licencias laborales, certificados médicos, proscripción de recetas y demás prácticas que no quieren centros de alta complejidad, principalmente en los pacientes que no tienen un centro de salud o un profesional conocido que les resuelvan cuestiones de este estilo.

Los servicios de emergencias se estructuraron para atender las 24 horas los siete días de la semana. Sin embargo, a raíz de la sobredemanda y el desorden del sistema, no dan abasto.