24/06/2025
El Xeneize mantenía su esperanza y no se dio ningún resultado. Benfica venció a Bayern Munich y el equipo de Russo no pudo doblegar al conjunto neozelandes.
Lo que parecía una gesta posible terminó en fracaso rotundo. Boca Juniors empató 1-1 con Auckland City, un equipo semi amateur de Nueva Zelanda, y quedó eliminado del Mundial de Clubes 2025, en una tarde para el olvido en Nashville. El Xeneize necesitaba golear por más de siete goles y esperar una caída de Benfica ante Bayern Múnich, y si bien el conjunto portugués hizo su parte ganándole al conjunto alemán, el equipo de Russo no estuvo ni cerca de hacer la suya.
El rival era, en los papeles, el más accesible del grupo: un plantel compuesto por profesores, chapistas y peluqueros que juega por pasión en sus ratos libres. Sin embargo, Boca no logró plasmar en la cancha la diferencia abismal entre ambos mundos futbolísticos y terminó firmando una actuación que muchos ya catalogan como una de las más vergonzosas de su historia reciente.
El equipo venía de buenas presentaciones ante Benfica y Bayern Múnich, con partidos competitivos e incluso con chances claras de sumar puntos. Pero frente a Auckland City, la versión fue totalmente distinta: errático, sin ideas en ataque y con una alarmante falta de intensidad. Ni con cinco jugadores ofensivos en cancha -Cavani, Merentiel, Velasco, Zeballos y Palacios- logró marcar la diferencia.
El gol de Boca fue un blooper del arquero rival, que la metió en contra. Luego, las chances más claras fueron aisladas: un gol anulado a Merentiel por mano de Zenón, un remate de Advíncula y un cabezazo de Milton Giménez. El equipo dependía de la épica, pero ni la lluvia torrencial que suspendió el partido 50 minutos pudo empujarlo a reaccionar. Al contrario, cuando el encuentro se reanudó, ya era "boleta".
Auckland venía de perder 6-0 con Benfica y 10-0 con Bayern, pero ante Boca se plantó, aguantó y hasta se animó a empatarle con un gol de un jugador que, en la semana, da clases en un colegio. El Xeneize, en cambio, mostró un bajón mental, físico y futbolístico que preocupa de cara al futuro inmediato.
El nivel de figuras como Cavani (apagado), Merentiel (fundido), Zenón (gris) y Zeballos (intermitente) dejó muchas dudas, y el banco no ofreció soluciones. La falta de jerarquía en los relevos y la reiterada incapacidad para definir partidos accesibles explican la insistencia de Miguel Russo en sumar refuerzos.