Sobresueldos, discrecionalidad y escándalo: la nueva polémica que sacude al Mercado Central

El Mercado Central de Buenos Aires, principal polo de abastecimiento de frutas y verduras del país, quedó envuelto en una nueva controversia interna. Documentación oficial y denuncias gremiales revelan la existencia de un esquema de pagos extraordinarios que, lejos de beneficiar al conjunto de los trabajadores, habría sido capturado por apenas tres funcionarios de alto rango.

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El mecanismo, vigente desde hace más de un año y medio, se da en un contexto de fuerte deterioro salarial general, con aumentos por debajo de la inflación y crecientes conflictos laborales dentro de un organismo estratégico para la economía nacional.

UN SUPLEMENTO QUE PERDIÓ SU ESPÍRITU ORIGINAL

El eje de la polémica son las llamadas "Unidades Retributivas", un adicional salarial creado en 2019 mediante el instructivo CMC N° 22/2019. Según la normativa, el suplemento estaba destinado a reconocer productividad, eficacia y méritos relevantes de cualquier trabajador, permanente o no permanente, del organismo.

El propio instructivo establecía que la asignación debía evaluarse de manera mensual y con listados elevados a la Unidad de Recursos Humanos. Sin embargo, documentación interna muestra que el sistema derivó en un sobresueldo fijo, discrecional y concentrado en un grupo reducido, sin evaluaciones públicas ni rotación de beneficiarios.

AUMENTOS EXPLOSIVOS Y FUERA DE PARITARIAS

El valor de cada Unidad Retributiva sufrió incrementos abruptos durante la actual gestión. En 2019, cada módulo tenía un valor de 2 mil pesos. En abril de 2024, mediante el instructivo CMC N° 29/2024, el monto saltó a 52 mil pesos, lo que implicó un aumento del 2.500 por ciento de una sola vez.

En febrero de 2025, a través del instructivo CMC N° 8/25, volvió a incrementarse hasta los 65 mil pesos, un 25 por ciento adicional. Estos aumentos no formaron parte de negociaciones paritarias ni fueron homologados por la Secretaría de Trabajo de la Nación, lo que -según denuncian trabajadores- los ubicaría por fuera del marco legal vigente.

Mientras tanto, los salarios del resto del personal quedaron rezagados frente a la inflación, profundizando la pérdida del poder adquisitivo.

Mientras el sistema de retribución fue aumentado discrecionalmente, el personal operario quedó rezagado frente a la crisis económica.

LOS FUNCIONARIOS BENEFICIADOS

Un memorándum interno fechado el 3 de mayo de 2024 identifica a los tres beneficiarios del esquema, con asignaciones mensuales fijas y "hasta nueva instrucción". Se trata de Silvana Paula Fontana, que percibe doce Unidades Retributivas por un total de 780 mil pesos; María Gabriela Durán, con catorce unidades que representan unos 910 mil pesos mensuales; y Jorge Gabriel Josame Novoa, que sumaría cerca de 650 mil pesos adicionales a su salario.

De acuerdo con cálculos realizados a partir de los valores oficiales de los módulos, en solo diecinueve meses estos funcionarios habrían cobrado entre 13 y 15 millones de pesos cada uno. Todo ello sin concursos, sin evaluaciones de desempeño transparentes y en abierta contradicción con el espíritu original del suplemento.

PRIVILEGIOS Y FALTA DE CONTROLES

El esquema salarial se complementa con otros beneficios excepcionales. Un memorándum del 21 de marzo de 2024 dispuso la eximición de fichada diaria para Fontana y Durán, dejándolas al margen del control horario que rige para el resto de los trabajadores del Mercado Central.

Según denuncias internas, mientras empleados de base enfrentan sanciones, descuentos y controles estrictos, los funcionarios jerárquicos quedarían excluidos de los mecanismos de supervisión, profundizando el malestar y la sensación de desigualdad.

ANTECEDENTES QUE AGRAVAN EL ESCENARIO

Las acusaciones se inscriben en un contexto cargado de antecedentes. El actual presidente del organismo, Fabián Miguelez, ya había ocupado el cargo entre 2016 y 2018, gestión que terminó envuelta en causas penales por abuso de autoridad, negociaciones incompatibles y presunta defraudación contra la administración pública.

En 2018, la Oficina Anticorrupción elaboró un informe de más de noventa páginas que detectó irregularidades millonarias en contrataciones y desvíos de fondos. Parte de esas causas continúan bajo investigación en el Juzgado Federal de Morón.

En los últimos meses, además, Miguelez fue denunciado por el pago de 180 millones de pesos en horas extras sin autorización del directorio, con aval administrativo de dos de los mismos funcionarios hoy señalados por el cobro de sobresueldos.

Fabián Miguelez.

UN ORGANISMO ESTRATÉGICO EN CRISIS

Todo esto ocurre mientras el Mercado Central atraviesa una crisis estructural profunda: auditorías con decenas de observaciones incumplidas, denuncias por persecución sindical, infraestructura deteriorada, problemas de higiene, presencia de plagas y una creciente inseguridad dentro del predio.

El contraste es marcado: deterioro para el conjunto de los trabajadores y privilegios para unos pocos. El convenio colectivo del organismo consagra el principio de igualdad de trato y oportunidades, prohibiendo beneficios selectivos y prácticas discriminatorias, un principio que -según las denuncias- habría sido vulnerado de forma sistemática.

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Trabajadores y gremios anticiparon que ampliarán las presentaciones ante la Justicia y los organismos de control. La pregunta que queda abierta es si un ente clave para el abastecimiento nacional puede seguir funcionando bajo un esquema de opacidad, discrecionalidad y privilegios, mientras la mayoría de sus empleados ve licuarse su salario.