A casi seis años del crimen de Fernando Báez Sosa: cómo viven hoy los ocho rugbiers condenados

Casi seis años después del crimen que conmocionó al país, los ocho rugbiers condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa cumplen sus penas en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero, en la provincia de Buenos Aires.

Mientras tanto, la familia de Fernando continúa reclamando una condena firme y definitiva, a la espera de que la Corte Suprema de Justicia resuelva las apelaciones presentadas por las defensas.

Los jóvenes, que tenían entre 18 y 21 años al momento del ataque ocurrido en enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique, llevan una vida silenciosa tras las rejas. Algunos participan en talleres educativos y laborales, otros mantienen rutinas recreativas dentro del penal.

Los jóvenes que asesinaron a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell cumplen sus penas en la cárcel de Melchor Romero.

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El más identificado con el caso, Máximo Thomsen, hoy de 25 años, cumple prisión perpetua y se encuentra aislado tras una pelea con otro interno ocurrida el pasado 12 de octubre. Participa de talleres de alfabetización jurídica y derechos humanos.

También con condena perpetua, Ciro y Luciano Pertossi, Enzo Comelli y Matías Benicelli permanecen en el mismo penal. Ciro, de 24 años, continúa con las rutinas generales del grupo; Luciano, de 23, está en aislamiento tras haber intentado quitarse la vida; Enzo, de 24, participa de actividades deportivas; y Benicelli, de 25, asiste a clases y talleres.

Los tres restantes, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi, recibieron 15 años de prisión por su rol como partícipes secundarios. Todos se encuentran también en Melchor Romero, donde asisten a talleres educativos y recreativos.

A seis años del crimen, el caso continúa generando repercusión pública. Mientras los condenados esperan una definición judicial, la familia Báez Sosa insiste en su pedido de "justicia definitiva" para su hijo.