Horror y violencia en un colegio en Avellaneda: un joven internado tras una pelea por una silla del aula

El episodio ocurrió en una de las aulas del colegio ubicado en Chacabuco y Roca, Avellaneda. Allí, Isaías Ezequiel Mendoza, de 15 años, discutió con un compañero de 16, identificado como Luciano Tomás Ramírez, por ocupar un banco del salón. La pelea se desató de inmediato y terminó con una violenta golpiza.

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Según el entorno del menor agredido, la profesora a cargo no actuó para separar a tiempo a los alumnos e incluso habría intervenido de manera que perjudicó a Isaías, impidiéndole defenderse mientras recibía los golpes. El ataque fue directo al torso y al rostro, hasta dejarlo inconsciente frente a sus compañeros.

UN ALUMNO AL BORDE DE LA MUERTE

La situación se agravó minutos después: Isaías entró en paro cardiorrespiratorio dentro del colegio. Testigos aseguran que estuvo alrededor de 20 minutos sin recibir maniobras de reanimación ni asistencia médica. La falta de reacción del personal docente generó fuertes cuestionamientos.

Ante la desesperación, dos compañeros salieron del establecimiento para pedir ayuda a la policía y lograron trasladarlo en patrullero al Hospital Fiorito. Allí los médicos lograron reanimarlo tras otros 20 minutos de maniobras, aunque el daño neurológico por la falta de oxígeno podría ser irreversible. El joven permanece internado en terapia intensiva, en coma inducido y con pronóstico reservado.

ACUSACIONES CONTRA LA ESCUELA Y EL ROL DOCENTE

La familia de Isaías apunta directamente contra la institución. Denuncian que la docente presente no sólo no detuvo la pelea, sino que impidió que la hermana del alumno se comunicara de inmediato con los responsables a cargo. Para los allegados, esa demora fue determinante en la gravedad del cuadro actual.

Además, trascendió que el agresor ya había protagonizado otros episodios de violencia contra Isaías meses atrás, lo que abre interrogantes sobre si la escuela actuó con medidas preventivas o si desestimó las advertencias. El silencio de las autoridades educativas incrementa la indignación de los familiares y vecinos.

Por el lado del agresor, brindaron su versión de los hechos.

El caso quedó en manos de la Justicia de Menores, que imputó al agresor por tentativa de homicidio. El joven de 16 años permanece bajo custodia judicial mientras se define su situación procesal. La investigación también busca determinar las responsabilidades de la institución y del personal presente en el momento del ataque.

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Mientras tanto, la familia de Isaías impulsa cadenas de oración y pedidos de apoyo en redes sociales. "Está luchando por su vida, queremos justicia y que nadie más pase por lo mismo", expresaron. El barrio entero se encuentra conmocionado y exige respuestas inmediatas para que un hecho semejante no vuelva a repetirse.