San Lorenzo en crisis: cómo se puede declarar la acefalía y forzar elecciones anticipadas

Un San Lorenzo partido en dos

San Lorenzo vive una realidad dual. En lo deportivo, el equipo acumula buenos resultados y se mantiene en la pelea por llegar a los playoffs del Torneo Clausura. Pero en lo institucional, la situación es muy distinta: renuncias, internas políticas y un presidente bajo investigación judicial por administración fraudulenta generan un clima de máxima tensión.

Las renuncias que golpean a la Comisión Directiva

En los últimos días se confirmaron cinco renuncias indeclinables en la CD:

• Néstor Navarro

• Daniela Méndez Righi

• Federico Levalle

• Marcelo Culotta

• Agustina Nördestrom

Estas bajas se suman a otras anteriores, como la de Julio Lopardo, aunque no todas con carácter definitivo.

Con este escenario, la Comisión Directiva quedó reducida a 15 miembros activos. Según el estatuto, la acefalía se declararía cuando el número baje a nueve.

Oficialismo vs. oposición: el debate reglamentario

Aquí aparece el punto de conflicto:

• Oposición: sostiene que si se producen seis renuncias más, el club quedaría acéfalo. Al no poder conformar quórum, habría que adelantar las elecciones y la Asamblea de Socios armaría una Comisión de transición.

• Oficialismo (Morettismo): reconoce la condición para la acefalía, pero insiste en que las renuncias deberían ser simultáneas. De lo contrario, argumentan, Moretti podría cubrir los lugares vacantes con suplentes y evitar así que el número baje de manera definitiva.

Mientras tanto, Moretti levantó su licencia, llamó a reunión de CD y se presentó en el club, aunque el encuentro fracasó: solo asistió el vocal Pablo García Lago.

Lo que viene: política y clásico en el Nuevo Gasómetro

Los próximos días serán decisivos. El oficialismo intentará sostener la gobernabilidad, mientras la oposición busca unificarse para forzar la acefalía y adelantar las urnas.

En paralelo, el plantel debe afrontar un partido clave: el clásico con Huracán, que se jugará en medio de un clima caliente en el Nuevo Gasómetro. Un desafío tanto futbolístico como psicológico para los jugadores, que deberán abstraerse del caos institucional.