07/07/2025

Polìtica

Kicillof vs. Cristina: se profundiza la interna en el peronismo

No podía faltar el capítulo bonaerense en la interna peronista. En una semana cargada de cruces -de Monzó contra Manes en la difusa "avenida del medio" al desfile de provocaciones contra un imperturbable Espert, estalló el enfrentamiento más jugoso: Kicillof versus Cristina y Máximo.

En medio de una semana marcada por tensiones políticas y disputas internas a distintos niveles, el peronismo bonaerense protagonizó un nuevo capítulo de enfrentamientos que dejó al descubierto las fisuras entre las principales figuras del espacio. La disputa más significativa se dio entre el gobernador Axel Kicillof y el sector liderado por Cristina Fernández de Kirchner y su hijo Máximo, quienes volvieron a medir fuerzas en el marco de las definiciones electorales para la provincia de Buenos Aires.

060725_cristina_fernandez_kirchner_kicillof_cedoc_g

La discusión, inicialmente centrada en aspectos organizativos del congreso partidario y en la validación de agrupaciones internas como la impulsada por Kicillof bajo el sello MDF, escaló rápidamente a un conflicto de mayor voltaje político. En un encuentro anterior a la cumbre realizada en Merlo, que finalmente no arrojó avances sustanciales, ya se había producido un cruce verbal de alta tensión entre el ministro Gabriel Katopodis y Máximo Kirchner. Según relataron asistentes, el intercambio subió de tono cuando Katopodis utilizó el término "boludo", expresión habitual en ciertos ámbitos, pero que, dirigida a Kirchner, fue interpretada como un insulto directo. La reacción fue inmediata: con gritos e insultos, Máximo se levantó de su silla y el episodio estuvo a punto de desbordar en un altercado físico, que fue evitado gracias a la intervención de allegados de ambos lados.

Este hecho dejó al descubierto una fractura que, aunque no es nueva, parece haber alcanzado un punto de no retorno. En términos prácticos, se acordó una tregua temporal que permite al gobernador definir la lista de candidatos para las elecciones provinciales de septiembre, con la condición tácita de que Cristina Fernández y La Cámpora conserven la potestad de revisarla y modificarla. Una concesión que, para muchos, no fue más que una jugada estratégica para mantener el control final sobre el armado electoral.

La tensión acumulada también se reflejó en las ausencias. Sergio Massa decidió no asistir a la cumbre de Merlo, en un gesto que fue interpretado como una forma de desmarcarse de una disputa que considera ajena o, al menos, poco productiva. El gobernador, por su parte, enfrenta críticas internas por su escasa predisposición al diálogo con intendentes y gobernadores, en un contexto donde las lealtades comienzan a reorganizarse con vistas al futuro del peronismo.

Los sorprendentes resultados de una nueva encuesta sobre la interna  peronista | Perfil

El intento de imponer una narrativa de unidad contrastó con los movimientos del intendente Mario Ishii, quien minutos antes de la reunión formal volvió a insistir con una propuesta rechazada por Kicillof: unificar las elecciones distritales de septiembre con las nacionales de octubre, en línea con la estrategia que prefiere Cristina Fernández. Esta maniobra fue vista como un intento de revertir una decisión que ya se creía saldada, agregando un nuevo elemento de presión sobre el gobernador.

En el trasfondo, la discusión por el liderazgo y el control del peronismo bonaerense no es sólo electoral. La intención de ciertos sectores es que Kicillof asuma en plenitud las responsabilidades políticas de los comicios provinciales, de modo que, ante una eventual derrota, también cargue con el costo político, allanando el camino para una eventual reconfiguración del espacio de cara a 2027. Para otros, sin embargo, la ofensiva de La Cámpora responde más bien a la necesidad de mantener intacto el poder interno, aún a riesgo de ahondar las diferencias.

Las posibilidades de recomposición entre los distintos actores parecen, por ahora, limitadas. La coexistencia entre figuras como Mayra Mendoza y Jorge Ferraresi intendentes de Quilmes y Avellaneda, respectivamente resulta improbable, dada la distancia política y personal que los separa. Tampoco el enfrentamiento con Javier Milei parece suficiente para cohesionar a las distintas facciones. En los hechos, los gestos de unidad conviven con mensajes contradictorios, declaraciones cruzadas y episodios de tensión como el ocurrido en el Congreso, donde se vivieron momentos de violencia verbal contra legisladores opositores.

La política bonaerense atraviesa así un momento clave, en el que los equilibrios internos del peronismo se ponen a prueba no solo por el calendario electoral, sino por una disputa más profunda: la de quién conducirá el rumbo del espacio una vez superado el ciclo que, con matices, aún orbita en torno a la figura de Cristina Fernández de Kirchner.

COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.

Policiales

15 de julio de 2025

Policiales

Colón: Detuvieron al tercer integrante de la patota que atacó a un adolescente

Con su arresto, ya quedaron apresados todos los agresores del caso, que generó conmoción en la región

Subscribite para recibir todas nuestras novedades