Novedades de la autopsia a los huesos humanos encontrados en el terreno de la casa donde vivió Gustavo Cerati

Este martes se dieron a conocer detalles y avances de la investigación judicial por los huesos humanos que se encontraron en el terreno de la casa de Coghlan donde alguna vez vivió Gustavo Cerati.

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NOVEDADES DEL CASO

El dato es que los restos corresponderían a un hombre de 20 a 22 años y que habría sido enterrado allí en los noventas.

Se estima que pasaron alrededor de 30 años hasta que salieron a la luz los huesos de un joven que fue enterrado en una fosa de 120 centímetros de largo y hasta 60 centímetros de profundidad que había sido cavada cerca de la medianera de una casa que estaba en Congreso al 3700, en el barrio porteño de Coghlan.

El hallazgo se produjo porque al demoler la casa se cayó la pared medianera que compartía con otra propiedad, donde actualmente reside una mujer de unos 90 años con su hijo.

Desde la noticia, un sinfín de suposiciones se han generado alrededor de la casa donde vivió Gustavo Cerati, semanas atrás, su otra dueña la artista plástica Mariana Olmi, confirmó que había notado "una especie de situación oscura".

MÁS DESCUBRIMIENTOS LLAMATIVOS

Según el informe preliminar del Gabinete Científico de la Policía de la Ciudad se reveló otro dato sobre el muchacho: fue enterrado con su reloj digital con calculadora, un Casio CA-90 que ayuda a contextualizar el caso.

López Perrando, de la fiscalía nacional en lo Criminal y Correccional No 61, estaría investigando a la vecina nonagenaria de la casa donde vivió Gustavo Cerati, porque reside ahí desde los setentas. La mujer tiene otro hijo además del que vive con ella, que tiene su domicilio no muy lejos de la cuadra del 3700 de Congreso.

Los restos se descubrieron a realizar obras en la medianera.

Hace algunas semanas, Mariana Olmi relató que la propietaria anterior de la casa demolida era una mujer alemana llamada Olga Schuddekopf, hija del hombre que la construyó.

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Olmi aseguró que era "una casa bien hecha" y que la había comprado hace 30 años, pero remarcó: "cuando yo la compré ya estaba viejísima, la había hecho el padre de la señora que me la vendió, hace por lo menos 100 años".