"Bahía Blanca se puso de pie pero camina con dificultad": la vida a casi dos meses del temporal

Han pasado 47 días desde aquella mañana de viernes cuando la vida de los vecinos de Bahía Blanca cambió para siempre. El 7 de marzo de 2025, desde las primeras horas de la madrugada, en el centro de la Provincia de La Pampa comenzaron a desarrollarse tormentas, que rápidamente evolucionaron a fuertes vientos y lluvias.

Con el correr de los minutos, esos vendavales siguieron intensificandose, formando una línea de inestabilidad que llegó al sur de la provincia de Buenos Aires provocando desastres en puntos clave, y en especial, a la ciudad referencia de los bonaerenses en el sur.

Casas rearmandose, la postal de Bahía Blanca a casi dos meses del temporal.

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CÓMO CAMBIÓ LA VIDA DE LOS TRABAJADORES

David Quilodran es auxiliar de la Escuela de Educación Secundaria N° 24 (ubicada en Parque de Mayo) y relator de la campaña del Club Bella Vista en la liga local. Tiene la suerte de estar ubicado en una de las partes más altas de la ciudad: "Si bien en este sector el agua corrió con gran caudal y curso no tuve mayores inconvenientes, tres cuadras más abajo, donde termina el barrio, se formó una especie de piletón y ahí sí, los habitantes perdieron todo".

Cristian Brossy, es un joven de 24 años y redactor en medios internacionales de deportes que vive en Barrio Centenario: "Zona sur de la ciudad. Cerca de Ingeniero White. En las calles de mi casa hubo mucha inundación, porque al estar en zona baja, toda el agua pasaba por esta parte de la ciudad para irse al mar". Era una especie de "tobogán" según dijo.

En varios puntos de la ciudad, las calles eran toboganes de agua.

El trabajador escolar resaltó el rol del estado para ayudar en la emergencia: "La Municipalidad se movió con rapidez para brindar ayuda a quienes lo requerían con mayor inmediatez. De todos modos no le fue fácil, al comienzo, teniendo en cuenta la magnitud de lo sucedido", sentenció David.

Sin embargo, Cristian no opina lo mismo, ya que cree que "El accionar municipal, a mi entender, tardó en llegar. La utilización de las máquinas de las delegaciones fue clave o hubiese habido más víctimas fatales. Después se hizo lo que pudo, aunque hay un gran malestar por la repartición de donaciones, más el trabajo que se hizo en White y Cerri, quizás los lugares más olvidados".

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De todos modos, David entiende que la clave para levantar un pueblo fue la participación de las instituciones: "Hubo algunos clubes de la ciudad que brindaron sus instalaciones como centro de acopio/distribución de alimentos, pero hubo otras asociaciones deportivas que sufrieron los efectos de la inundación y no pudieron colaborar".

En esa línea, el joven comparte: "Los clubes y escuelas fueron claves. Los que pudieron recibir evacuados fueron más que importantes porque fueron miles. Los que no, recibieron donaciones y colaboraron mucho con los barrios a donde pertenecen. Lo mismo las sociedades de fomento como la de Villa Parodi que fue a 20 barrios distintos con voluntarios" recalcó.

Las instituciones cumplieron un rol clave para la recolección de insumos.

COMO SE SINTIÓ EL APOYO DEL PAÍS

A eso se le suma la solidaridad de los argentinos: "Desde el resto del país, aportaron muchísimo para que la ciudad se empiece a poner de pie. Aún lo siguen haciendo; sobre todo en Instituciones escolares" comentó David.

Y mencionó que las donaciones fueron varias: "Alimentos, ropa, calzado, artículos del hogar, materiales de construcción, y hasta subsidios de dinero".

Para Cristian, no fue solo lo material, sino también la compañía fue "en lo moral. Ver que todo el país hablaba de lo que pasaba con las colaboraciones que enviaban y el trabajo que se veía por la tele con donaciones que llevaban desde nenes chiquitos a ancianos, daba una fuerza y emoción tremenda. Los testimonios que daban a las cadenas nacionales era lo que más daba fuerza", recalcó.

Los vecinos debieron sacar sus pertenencias a la calle por la humedad.

LA COTIDIANIDAD DENTRO DEL DESASTRE

"Las consecuencias siguen. Hay mucha gente que recién ahora está levantándose. Muchas familias recién están volviendo a comprar ropa, a edificar, etc. Las calles están llenas de colchones todavía y demás cosas que nunca fueron recogidas. Lo principal que se empieza a ver es la humedad brotada de las paredes y los pisos. Pero de a poco el progreso se ve" sostuvo Cristian.

Por su parte, David agregó que "Se sigue trabajando en escuelas, clubes, edificios de la Cooperativa Obrera (reconstrucción edilicia). La ciudad continúa con el tránsito en forma anormal pues hay calles que aún están intransitables; hay varios puentes que atraviesan el Canal Maldonado que siguen cortados a la espera de reparación. Cerri e Ingeniero White están volviendo a la normalidad pero queda mucho por hacer.

El canal Maldonado, hecho para estas catástrofes, no pudo resistir la inundación.

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"Bahía Blanca se puso de pié pero camina con dificultad" cerraron los entrevistados en diálogo con El Bonaerense, un gigante provincial cuya comunidad trabaja día a día para resolver esta nueva normalidad.