01/05/2025
Una denuncia anónima originó una investigación que terminó con allanamientos masivos, incautación de drogas y armas, y conexiones con un crimen policial.
La banda operaba en múltiples localidades del oeste del conurbano y CABA.
El asesinato del sargento Szadura permitió vincular al grupo con actividades narco.
Se incautaron 16 kilos de marihuana, 8 de cocaína y 600 dosis listas para vender.
El operativo incluyó 17 allanamientos y resultó en 12 detenidos.
Descubrieron un indoor de cultivo, armas, dinero y una red con búnkeres ocultos.
El homicidio del sargento César Szadura, ocurrido el 25 de diciembre de 2024 durante un enfrentamiento en José León Suárez, fue el detonante de una investigación que terminó desarticulando una red de narcotráfico activa en el oeste del Gran Buenos Aires. El uniformado de 31 años fue ejecutado de un disparo en la cabeza mientras enfrentaba a un grupo de delincuentes que ya se encontraban bajo investigación por parte de la Justicia.
El caso quedó radicado en el Juzgado Federal N° 2 de Morón, con la conducción del juez Jorge Rodríguez, quien activó la pesquisa tras recibir una denuncia anónima en septiembre del mismo año. Esa primera información señalaba a un individuo de nacionalidad paraguaya, apodado Cabrera, como el responsable de la distribución de drogas en localidades como Merlo.
Tras meses de seguimiento e inteligencia, las autoridades ordenaron 17 allanamientos simultáneos en puntos clave del conurbano bonaerense: Merlo, Moreno, General Rodríguez, Lomas de Zamora, San Martín, San Isidro, y la Villa 21/24 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El resultado: 12 detenidos, 10 hombres y 2 mujeres, todos sospechados de integrar la red criminal.
Los operativos, ejecutados por la Superintendencia de Planeamiento y Operaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, permitieron desbaratar múltiples estructuras narco, decomisar una gran cantidad de droga y secuestrar un arsenal de armas de fuego.
El despliegue policial logró incautar 16 kilos de marihuana sin fraccionar, 8 kilos de cocaína, y 600 envoltorios ya preparados para la venta. Además, se hallaron balanzas de precisión, importantes sumas de dinero en pesos y dólares, y un indoor completo para el cultivo de cannabis.
Entre los elementos secuestrados también se encontró un arsenal compuesto por armas de diferentes calibres y municiones, lo que evidencia la capacidad operativa y violenta del grupo.
Según relataron vecinos y fuentes judiciales, los puntos de venta funcionaban sin restricciones, con entregas a domicilio y presencia de "soldaditos armados" que controlaban las esquinas. "La situación era tal que en las esquinas de estos barrios se podía observar a los soldaditos armados controlando el paso de vehículos y personas", detallaron.
Las entregas se realizaban incluso durante el día, en plena vía pública, mientras los autos se detenían para retirar estupefacientes, reflejando el nivel de impunidad con el que operaba la banda.
La Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Morón, bajo la dirección del comisario inspector Jorge Santolíquido y con intervención de la Fiscalía N° 9 de Morón, dirigida por Ezequiel Lovillo, también desplegó una acción clave en Mariano Acosta, Merlo. En el barrio Estrella se ejecutaron cinco allanamientos, donde se descubrieron búnkeres camuflados dentro de un camión de cargas. La venta de droga se realizaba desde esos espacios ocultos, agregando un nuevo nivel de logística a la operación criminal.
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