Debido a la falta de testigos ni imágenes del incidente que llevó a la muerte al ex piloto de carreras Carlos Garrido, el fiscal Alejandro Pelegrinelli decidió imputar al casero de la quinta de la víctima. El crimen ocurrió en la finca El Boquerón, ubicada a unos 15 kilómetros de Mar del Plata.

Osvaldo Asebedo, el casero, fue quien denunció el asesinato, ya que era la única persona presente en el lugar cuando el ex corredor de 66 años fue atacado. Asebedo llamó al 911 durante la madrugada del martes y afirmó a los investigadores que había sido atacado por una persona encapuchada que le había cortado la mano antes de dejarlo inconsciente.

Según el relato del casero, el homicidio y la quema del automóvil Citroën C4 ocurrieron mientras él estaba desmayado, y al despertarse descubrió el cuerpo sin vida de Garrido cerca de la casa principal. Aunque admitió tener una mala relación con su empleador desde que comenzó una relación informal con una mujer que había sido pareja de la víctima, negó haber escuchado el ruido de algún vehículo ingresando a la propiedad.

LEER MÁS La Plata: Detuvieron a cuatro personas por el secuestro y golpiza a un joven de 18 años

Los investigadores confirmaron la hipótesis principal era que se trató de un homicidio en ocasión de robo, ya que se encontraron 27 mil pesos en los bolsillos de Garrido y había dos relojes valiosos dentro de la casa. Sin embargo, todavía no pudieron determinar por qué el atacante habría quemado los teléfonos celulares de Garrido y Asebedo.

El fiscal encontró inconsistencias y contradicciones en la declaración de Asebedo que lo llevaron a sospechar de su presunta implicación en el crimen. De acuerdo al resultado de la autopsia, el ex piloto no intentó defenderse de los dos golpes en la zona occipital que recibió con un objeto contundente.

Hasta el momento, el objeto utilizado para el asesinato no ha sido encontrado en la escena del crimen. La pericia médica alimenta las teorías de que la víctima no se defendió porque conocía al agresor o porque fue tomado por sorpresa y no tuvo oportunidad de reaccionar a los golpes.

Los médicos del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) que atendieron a Asebedo por las heridas del supuesto ataque plantearon dudas sobre el origen de la cortada en su mano. Señalaron que ninguna de las lesiones podría haberlo dejado inconsciente durante tanto tiempo. Además, destacaron que su condición de hemofílico no era compatible con el tipo de sangrado que presentaba en la mano, y que el cuchillo supuestamente utilizado en el ataque no mostraba suficientes rastros de sangre.