Una verdadera casa del terror. Eso encontró la policía y los judiciales que allanaron la casa de David Cisneros, un técnico electrónico de 37 años, acusado de ser el pedófilo de Argentina más buscado. Está acusado de distribuir y comercializar material de abuso sexual infantil, pero su situación podría agravarse, ya que sospechan que también fabricaba el material.

Tras el allanamiento, se encontraron en su casa diferentes muñecos hechos con impresoras 3d, ropa infantil y objetos sexuales. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue una especie de robot, que realizó con la impresora 3d y un cableado interno, se sospecha que lo utilizaba para emular relaciones sexuales con otros muñecos.

Por otra parte, se descubrió que no vivía solo, sino que al menos estaba con un sobrino, que está al cuidado de autoridades municipales para asegurar su bienestar. El hombre operaba a través de redes P2P como Gnutella, eDonkey, Ares, BitTorrent, DirectConnect, OpenFastrack, Gigatribe, IRC, Motherless, eMule, entre otros sistemas, que están en desuso por los usuarios y se convirtieron en búnkeres de pedófilos.

Cisneros fue atrapado a través del sistema Child Protection System, basado en una ONG estadounidense, que había dado la alerta a las autoridades argentinas. En el caso intervino área de Cibercrimen de la Fiscalía General de Pergamino, a cargo de José María Cifuentes, y los fiscales de la UFI 5 de Morón, Claudio Oviedo y Marisa Monti.

Por lo pronto, se negó a declarar ante la justicia y continúa detenido. Su situación es muy complicada y se espera que sumen la acusación por fabricar el material