A sólo tres cuadras de la estación de Ramos Mejía se encuentra Almacén de Ropa, una feria americana que invita a todos los vecinos y vecinas de la zona a renovar su vestidor y darle una nueva vida a las prendas.

El local, ubicado sobre Mariano Moreno al 231, antes llevaba el nombre "Las Cosas de Raquel", y debido a que su dueña se jubiló, cayó en las manos de Romi. Según explica, los días en la tienda no suelen ser todos iguales, ya que la cantidad de clientes varía, sumado a que usualmente las personas se acercan a dejar su propia ropa para que sea vendida.

La moda vintage es un recurso utilizado por todas las edades y todas las clases sociales, no solo por la necesidad económica ante los precios elevados de las prendas nuevas, sino también por la toma de consciencia de gran parte de la población sobre el desperdicio que generan las grandes marcas.

"La gente es mucho más consciente ahora", señala Romi, y agrega que "el contexto económico del país también obliga a mirar otras opciones a la hora de comprar ropa".

En Almacén de Ropa, son muchos los jóvenes y gente mayor que se acercan a hacer circular la moda, debido a que la gente presta mucha más atención a la hora de reutilizar las cosas por la contaminación que produce la fabricación masiva de indumentaria. Romi observa que los adultos habitualmente son más reticentes a la hora de comprar segunda mano, por lo que los más chicos son quienes "lo tienen más asumido"."

"Me encanta ver cómo la gente aprendió a reutilizar todo", comenta la dueña de la tienda, que explica que ahí radica la belleza de la ropa vintage: "A veces hay una prenda que decís 'esto es horrible' para mi punto de vista, y viene alguien con otro estilo y se arma un lookazo".

La identidad personal está claramente atravesada por la vestimenta. Históricamente, la ropa fue símbolo de protesta, tribus urbanas y movimientos de liberación. Especialmente la ropa vintage, que con frecuencia se altera y remodela para ajustarse a nuestras medidas y gustos personales.

"Además hay reliquias", explica Romi, "las telas de antes ya no existen más". Y es que algunos de sus clientes reutilizan y reciclan muchas de las prendas que se encuentran en exhibición.

De acuerdo a la dueña de Almacén de Ropa, lo bueno de las ferias es que "encontrás prendas que capaz no encontrás en otro lado", ya que la masividad de los locales que producen y venden tendencias puede llegar a aburrir y ofrecer indumentaria que se ve similar.

El local se encuentra abierto de lunes a viernes de 11 a 14 y 16 a 19, y los sábados de 11 a 14 horas. Para más información podés seguir su Instagram: @adr.feria