El Colegio de Nutricionistas bonaerenses emitió un comunicado donde alerta sobre el difícil acceso a los alimentos para diferentes sectores de la población debido al incremento en sus precios y la caída del poder adquisitivo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC), la inflación acumulada desde diciembre de 2023 hasta febrero de este año alcanzó el 71,33%.

Asimismo, en la canasta básica total (CBT), la categoría de alimentos y bebidas es la que tiene mayor incidencia, con aumentos significativos tanto en términos interanuales como intermensuales en productos como carnes, lácteos, huevos, pan y cereales. De acuerdo con los datos del INDEC, una familia tipo de cuatro integrantes necesita ganar $690.000 para no caer debajo de la línea de pobreza.

En este sentido, desde el Colegio de Nutricionistas destacan que la situación económica agrava la desigualdad en el acceso a los alimentos, llevando a una realidad en la cual una parte de la población que antes podía acceder a una dieta variada, ahora se ve considerablemente limitada debido al aumento de los precios.

"Es crucial reconocer que el acceso a una alimentación de calidad es esencial para prevenir enfermedades crónicas no transmisibles como, por ejemplo, la diabetes, la hipertensión arterial o enfermedades cardiovasculares", aseguró la licenciada en Nutrición (MP 6646), Ailén Susco, matriculada en el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, que agregó: "Estas enfermedades están estrechamente relacionadas con la malnutrición y con la inequidad en el acceso a los alimentos de buena calidad nutricional", señaló la profesional.

Además del impacto en la alimentación, la crisis económica también afecta el acceso a los medicamentos. Según datos del Centro de Profesionales Farmacéuticos (CEPROFAR), los precios de los medicamentos aumentaron un 112% entre noviembre de 2023 y enero de 2024. Al mismo tiempo, las ventas sufrieron una caída del 18% en términos interanuales, lo que representa más de 10 millones de unidades de medicamentos menos vendidas cada mes. La falta de acceso a los medicamentos dificulta el tratamiento y el control de las enfermedades crónicas no transmisibles, que constituyen el 75% de las muertes a nivel nacional y afectan principalmente a la población de bajos recursos.

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El derecho a la seguridad alimentaria de la población no solo implica la ingesta diaria de alimentos en cantidad y calidad, sino también la accesibilidad física, económica y geográfica a los mismos. Sin embargo, en un contexto de crisis económica como el actual, este derecho esencial para la vida se ve amenazado.

Sobre esto, Susco explicó que "es fundamental complejizar la práctica profesional entendiendo la realidad económica y alimentaria, adaptándonos con intervenciones oportunas y respeto y empatía hacia la persona o la comunidad que acompañamos".

"Es vital conocer los programas de asistencia alimentaria y trabajar en conjunto con otros profesionales, organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales", agregó, "sobre todo, es momento de llevar a la reflexión, generar redes entre colegas, consolidarnos, organizarnos, capacitarnos, participar e involucrarnos en espacios de debate donde podamos intercambiar miradas sobre el acceso a los alimentos", finaliza la nutricionista.