El fuerte temporal que golpea al Área Metropolitana de Buenos Aires generó caos en toda la zona, provocando interrupción en los servicios, árboles caídos e inundaciones que resultaron en la pérdida de bienes para muchas familias.

Este es el caso de Romina, vecina de Morón, que tiene su vivienda en las cercanías de la base aérea ubicada en el municipio bonaerense, sobre Eva Perón y Santiago del Estero.

Luego de perder a su padre recientemente y su trabajo, la moronense se enfrentó a la inundación de su hogar. "Me estaba preparando para ir a trabajar, porque yo entro a las 6 de la mañana y empezó (a llover) 5:10", relata Romina y recuerda el temor de sus hijos antes de que la mujer partiera a su trabajo.

Cómo si de una premonición se tratara, decidió faltar a su jornada laboral y priorizar el bienestar de sus pequeños. "Mis hijos antes de salir me dicen 'mamá no te vayas, tenemos miedo porque se escucha mucho trueno'", recordó la mujer. "Como que algo me dijo en el corazón y me quedé sentado al lado de ellos en la cama, al lado de mi nena más grande".

La mujer explica que todo pasó rápidamente: la presión del agua del exterior fue tan fuerte que la puerta cedió y su casa se inundó en poco tiempo.

La vivienda de Romina es una de las más afectadas en su barrio junto a la de otra mujer que vive a la vuelta de su hogar. Para poder mermar la entrada de agua con las incesantes lluvias y tratar de reparar la situación hasta que las inclemencias climáticas mejoren, los vecinos la ayudaron a instalar bolsas de arena debajo de la puerta.

"Estamos durmiendo arriba de los colchones todos mojados", se lamenta, "son lo mismo colchones que te da el municipio". Romina comenta que debido al diluvio perdió ropa, pero lo que más le afectó fue que las prendas y zapatillas de sus hijos también fueron afectadas por el agua.

La madre convive sola con sus tres hijos: Mirko de 4 años, Naiara de 10 y Kiara de 8. Al ser la cabeza de la familia, Romina es quien trae el dinero del trabajo para comer. Pero al tener que faltar por el temporal para cuidar de sus hijos, su jefe no pensó en su situación y la echó de la fábrica de empanadas donde hacía sus labores.

Ante este triste escenario, la mujer se encuentra pidiendo ayuda. "Me encantaría que me llamen", dice ante la posibilidad de que alguien le ofrezca un nuevo empleo.

Quien pueda brindarle una mano, ya sea económicamente, donando ropa para niños o mujer, o la posibilidad de un nuevo trabajo, puede llamar a Romina al 1128393820. Su alias es romina.505.emerge.mp