Con temperaturas extremas y una sensación térmica que superó los 40 grados durante el mediodía del jueves, la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano transitan una ola de calor que parece no dar tregua. Actualmente rigen alertas amarillas, naranjas y rojas en más de la mitad del país, con 20 provincias asediadas por el calor.

En este contexto, una hidratación adecuada es crucial para mantenernos sanos y activos.

"Lo más importante, yo diría más que el alimento, es la hidratación", señaló la nutricionista Andrea Purita en conversación con El Bona TV. "Sobre todo en los niños y en el adulto mayor, porque el adulto mayor pierde la sensación de la sed", agrega y advierte que al ocurrir esto, una persona deja de tomar agua y puede deshidratarse, "y eso lleva a consecuencias más graves".

Purita hace hincapié en la insistencia hacia las personas adultas para que beban agua. Pero si esta bebida no les gusta, pueden tomar limonada o agregar frutas para darle así un sabor más agradable. Aun así, aconseja dejar de lado las gaseosas y el alcohol debido a que este tipo de bebidas también generan deshidratación.

"La cantidad máxima de agua en estos días y siempre serían cuatro botellitas chicas de medio litro por día", explica la nutricionista. "Si podés llegar a litro y medio al comienzo porque no tenés el hábito está bien, porque podés tomar infusiones", por lo que lo ideal es llegar a beber dos litros diarios, los cuales también pueden medirse en ocho vasos.

A pesar de los diferentes tipos de bebidas disponibles para saciar la sed, Purita pone énfasis en la importancia de beber agua: "Lo único que desintoxica el organismo es el agua; no cuenta el mate, no cuenta el té".

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Además, la nutricionista agrega que hay que dejar de lado los sobrecitos "de polvos mágicos", es decir, los jugos para preparar, y sugiere que la gelatina o los helados de agua son una buena opción para hidratarse para quienes no toleran mucho el agua sola.

En cuanto a la hora de alimentarse, Andrea aconseja optar por comidas más ligeras: "Si vos comés muy pesado, comés comidas muy calientes y con mucha cantidad de grasa, generás más calor en el cuerpo, más calorías y más trabajo digestivo. Lo bueno es no someter al organismo a tanto trabajo, que esa energía no se te gaste solamente haciendo la digestión. Lo ideal sería hacer cosas más livianas".