En el Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, un rayo de alegría ilumina los pasillos gracias a la dedicación de Valeria Núñez, quien desde hace año y medio ha convertido su labor en una misión de amor y felicidad para los abuelos que atiende.

Valeria, con una sonrisa contagiosa y una energía vibrante, alegra a los abuelos que van a atenderse al hospital, ya que ella es quien administra los turnos para los afiliados al PAMI.

"Trabajo con los abuelos, mis pacientitos como los llamo yo, y es algo que realmente me apasiona. Me encanta estar con ellos, es super gratificante ver cómo se sienten contenidos por mí. Son felices con mis locas ocurrencias, es algo fascinante", cuenta en charla con El Bonaerense.

Su labor no se limita únicamente al aspecto médico, sino que Valeria, motivada por un profundo sentido de empatía, decidió abordar la necesidad de generar un ambiente más ameno y organizado en el hospital.

"Desde que llegué, noté que había un poco de desorden. De forma espontánea, junto con el equipo de dirección, implementamos actividades como cantar, que es fundamental para el área cognitiva en la tercera edad. Ellos recuerdan las canciones y se sienten parte de algo", explica.

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El canto se ha convertido en una herramienta clave para fortalecer el bienestar cognitivo de los abuelos. Valeria destaca la importancia de que se sientan escuchados y contenidos: "Para ellos es sumamente importante ver que alguien los escucha, los contiene. Nos reímos juntos, y a los que vienen seguido les digo que van a quedar '0km'. Recibo mucho amor porque yo también se los brindo".

Además de la música, Valeria fomenta la expresión cultural, dando espacio a los talentos de los abuelos. "Hay un par de pacientes que vienen y cantan tango, folklore. Todos aplaudimos y les damos ese espacio para que se sientan importantes. Llegan super felices y se van contentos y contenidos", comenta.

La conexión con los familiares también es un aspecto fundamental de su labor. "Cuando vienen con alguna nieta o hija y me presentan, dicen: 'Ella es la chica que me hace reír'. Tenemos una relación excelente también con los familiares", comparte Valeria.

Los resultados de su dedicación no pasan desapercibidos. "Me han hecho videos, enviado notitas hermosas. Los directores del hospital me han felicitado por todo esto. Esto es trabajo en equipo, y estoy respaldada por el equipo directivo del hospital", concluye Valeria, agradecida por la oportunidad de hacer una diferencia en la vida de aquellos que más necesitan de amor y atención.