02/10/2023
A horas de las polémicas declaraciones del candidato a presidente de La Libertad Avanza sobre la cifra de víctimas de la última dictadura, El Bonaerense entrevistó a Guillermo Torremare, uno de los titulares de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), para conocer su opinión.
por
Alejo Porjolovsky
El primer debate presidencial que se desarrolló este domingo a la noche en Santiago del Estero fue la oportunidad para que el país conozca las plataformas de los cinco candidatos que superaron el filtro de las PASO y que en 20 días competirán en las elecciones generales.
Entre chicanas, adjetivaciones y cruces, no pasó desapercibida la polémica generada por el postulante de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, a la hora de hablar de derechos humanos -uno de los temas seleccionados por el público para incluir en el temario- y referirse a los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar.
"No fueron 30.000 los desaparecidos", espetó, con una liviandad que haría sonrojar incluso a su candidata a vicepresidenta y otrora defensora de militares condenados por delitos de lesa humanidad, Victoria Villarruel.
Las declaraciones del economista libertario no hicieron más que causar rechazo en los sectores que desde la misma dictadura vienen luchando contra los crímenes aberrantes cometidos por las diferentes Juntas Militares, que incluyen secuestros, tortura, robo de bebés y arrojar gente al río, entre otras atrocidades.
"Milei está expresando su complicidad con el Terrorismo de Estado. Lo hace con esa afirmación y con otras, como por ejemplo cuando dice que no hubo un plan de exterminio sino solo algunos excesos", sostiene el abogado Guillermo Torremare, uno de los titulares de la ONG Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), en diálogo con El Bonaerense.
"Negacionistas hubo siempre, pero son sectores muy minoritarios. La novedad es que hoy se expresan en una fórmula electoral competitiva. La inmensa mayoría de quienes lo votan no lo hacen porque este exprese posiciones negacionistas", remarca, en relación al auge de posiciones que rechazan las denuncias de crímenes de lesa humanidad durante el Proceso.
"El Nunca Más al Terrorismo de Estado tiene un amplísimo consenso social", agrega.
El argumento esgrimido por el candidato de La Libertad Avanza sobre el número de personas desaparecidas en aquellos años no es nuevo. Hace mucho tiempo que es enarbolado por sectores que hablan de una "guerra" entre dos bandos.
Al respecto, Torremare detalla cómo es es que se llegó a la emblemática cifra que sostiene la lucha de organizaciones como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, HIJOS y la propia APDH.
"Hay que explicar cómo se llega al número 30.000. Es una construcción en base a datos objetivos: números de habeas corpus presentados, de centros clandestinos, de denuncias, de casos reconocidos por la dictadura, etc", enfatiza.
Un dato a tener en cuenta es que mientras gobernaba de facto, el propio Ejército reconoció que había 22.000 desaparecidos entre 1975 y 1978, según la información que un agente de inteligencia que reportaba al Pentágono estadounidense. Una cifra mucho que se asemeja mucho más al emblemático número.
En relación a las acusaciones de Milei, el abogado celebra que la mayoría de los participantes del debate de este domingo en Santiago del Estero hayan rebatido la postura del candidato de La Libertad Avanza.
"Salvo Bullrich, que titubea y vacila cuando se le presenta el tema, los restantes candidatos no acompañaron esa afirmación , y defendieron el proceso de Justicia inaugurado en el Juicio a las Juntas y que hoy todavía continúa", afirma.
Sin embargo, lo que se pone en discusión es la idea de esgrimir ese tipo de afirmaciones sin recibir una pena. ¿Cuál es el límite para la libertad de expresión? En una ponencia reciente sobre el tema, el propio Torremare consideró que podría aplicarse una ley que sancione a aquellos que pronuncian discursos negacionistas.
"Dictar una ley que sancione el negacionismo es coherente con nuestro ordenamiento, y por lo tanto constitucional. Sería suficiente incluir al negacionismo entre los discursos que incitan al odio y a la violencia que hoy están penalizados bajo la forma de apologías del delito o de la violencia, entre otras", consideró.
En un tramo de su participación en el primer debate presidencial, Javier Milei elogió a Alemania y aseguró que su objetivo es que la Argentina se asemeje a esa potencia europea.
Resulta paradójico que no se haya percatado -por omisión o por ignorancia- que en ese país los discursos negacionistas están penados por la ley. No sería su primera contradicción y, probablemente, no sea la última.
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