Solido triunfo de la Argentina frente a Bolivia

Sin Lionel Messi -ni siquiera estuvo entre los suplentes-, la Selección Argentina no tuvo problemas y derrotó por 3-0 a Bolivia en el estadio Hernando Siles de La Paz, por la segunda fecha de las Eliminatorias para el Mundial de México-Estados Unidos-Canadá 2026.

Los 3.625 metros sobre el nivel del mar de la capital del país limítrofe no fueron un obstáculo para el plantel de la Scaloneta, que dominó el trámite del encuentro en su totalidad y celebró un nuevo triunfo, que lo deja en la cima de la tabla de posiciones con 6 puntos sobre 6 posibles.

Sentado en el banco al lado de sus compañeros pero sin botines, el capitán albiceleste fue testigo privilegiado de una exhibición de fútbol a cargo de varios de sus laderos en la conquista de la tercera Copa del Mundo en Qatar: Ángel di María -heredero ocasional de la cinta-, Julián Álvarez, Enzo Fernández y Rodrigo de Paul lideraron al combinado albiceleste.

Cuando iba media hora de juego y ya había estado cerca en un par de ocasiones, Argentina logró abrir el marcador a través de un zurdazo de Fernández dentro del área chica, tras un preciso centro de di María.

Diez minutos después, Nicolás Tagliafico se fue de excursión al área rival y anotó su primer gol con la camiseta de la Selección con un cabezazo por encima de Guillermo Vizcarra.

Ya en el complemento, Nicolás González sacó un zurdazo al primer palo y selló el 3-0 definitivo en la visita al temible Hernando Siles.

Resulta muy difícil elegir la figura del combinado nacional, ya que ninguna línea desentonó. Por el contrario, Bolivia tuvo un rendimiento bastante flojo y abusó en demasía del juego brusco con la connivencia del árbitro uruguayo Esteban Ostojich, que -a pesar de expulsar a Roberto Fernández por un planchazo en la primera etapa- permitió demasiadas patadas durante todo el partido.

Lo importante es que Argentina ganó y el camino hacia la defensa del título de campeón del mundo comenzó de la mejor manera. De la mano de Messi y compañía, la Scaloneta muestra credenciales y enciende nuevamente la ilusión de millones de hinchas que, una vez más, quieren tocar el cielo con las manos.