01/06/2023
Luisina Rosas tiene 32 años, pero su pasión por la rueda se despertó a muy temprana edad, al ver un espectáculo de circo. Vi el espectáculo a los 13, Me gustó mucho y recuerdo la imagen y lo que me genero ver la rueda alemana que nunca la había visto antes. Ese acróbata era Luciano Martin, gran ruedista, cuenta en charla con El Bonaerense.
Desde chica, a la vecina de Banfield siempre le gustó mucho el movimiento, treparse, y arrancó con gimnasia artística a sus 6 años, entrando todos los días. Decidí dejar la gimnasia, había perdido el interés y quería hacer algo nuevo
Fue entonces que buscó información sobre la rueda. Quería saber si había clases y ahí fue cuando me encontré que era una disciplina que casi no existe acá en Argentina y en ese momento menos aún, en 2005, relata.
Empezó con clases de circo siendo adolescentes en una escuela y ahí fue que la casualidad que el director de la escuela era ruedista. Tenía una rueda alemana y al poco tiempo me ofreció enseñarme. Me parece que te va a servir, me dijo y así empezó todo, cuenta Luisina.
Fue amor a primera vista apenas se subió a la rueda y comenzaron los entrenamientos. Al querer dedicarme profesionalmente y ser artista siempre me dio ganas de tratar de formarme de la mejor manera y entrenar mucho para ser capaz de hacer cosas interesantes es como una preparación y entrenamiento eterno, explica.
Y agrega: Empecé a los 15 en la rueda, pero ya hacia gimnasia, hasta los 28 no paré. Hoy tengo 32 y hubo un poco más de parate por la pandemia y también porque terminé una formación de circo. Siempre trate de sumar otras disciplinas.
La disciplina surgió en 1925 y fue creada por Otto Feick, quien se teoriza que la inventó estando en la cárcel, ya que era prisionera de guerra y quiso recordar la sensación de poder rodar por las montañas de cuando era niño.
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Consta de acrobacia, danza, movimientos dentro de una rueda formada por dos aros paralelos el uno al otro y los unen 6 barras. Es una actividad que ha sido y sigue siendo mayormente un deporte, se hacen competencias, más tarde se empieza llevar al mundo del espectáculo, no es una disciplina muy popular en el mundo del circo, quizás porque requiere bastante espacio y ciertas condiciones, explica la artista.
Luisina pudo recorrer el mundo gracias a la rueda. Visité Chicago a los 18 fui para entrenar con Wolfgang Bientzle, el Michael Jordan de la rueda alemana. Lo conocí en buenos aires y nos ofreció a mí y unos amigos darnos unas clases. Fui a entrenar allá y trabajar en la escuela de circo, donde estuve 4 años y medio, cuenta.
Estuvo en Emiratos Árabes 1 año y medio en un show de acrobacia que había en un parque temático y también hizo dos temporadas trabajando en cruceros por China, Japón y Corea del sur.
La reacción del público es muy grata, es muy loco. La rueda llama mucho la atención es muy grande, mi rueda mide 2 metros de diámetro y cuando ven los shows se nota que es algo que sorprende que genera un poco de miedo quizás, detalla la vecina.
Actualmente, Luisina da clases de rueda alemana en Chacharita en el Laboratorio de arte de Buenos Aires cerca de la estación Lacroze.
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