El cambio climático generó que la temperatura sea más alta de lo habitual, se reduzca la disponibilidad de agua y se agrave la sequía

Las altas temperaturas que sofocaron a todo el país durante más de dos semanas estuvieron impulsadas por el fenómeno conocido como La Niña (que acaba de finalizar después de 3 años consecutivos). En ese sentido son cada vez más los productores rurales que muestran preocupación por la sequía extrema que vive, principalmente, la provincia de Buenos Aires.

La Niña es un fenómeno que ocurre en el Pacífico sur que se da por el cambio de temperatura del océano por los vientos alisios. Esto genera que se vaya hacia el norte, y que ascienda el agua más profunda y fría. Al enfriarse, hay menor humedad en la atmosfera, lo que hace que haya menores precipitaciones en la zona.

Asimismo, sectores vinctulados fuertemente al ambientalismo aseguran que, a medida que las temperaturas globales continúen en aumento, las olas de calor se volverán moneda corriente en nuestro territorio.

Si bien no fue el cambio climático el principal impulsor de las bajas precipitaciones, sí generó que la temperatura sea más alta de las habituales en la región del centro de América del Sur. Así se redujo también la disponibilidad de agua y se agravó la sequía.

En ese sentido, desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Junín, explicaron que después de tres años, se genera un debilitamiento en el fenómeno La Niña, y durante el próximo mes habrá una mayor probabilidad de tener un año neutro, lo que indica que lloverá de manera normal.

Asimismo, aseguraron que este tipo de fenómenos y las sequías siempre existieron, pero la situación actual es extrema. Vale recordar que del 2016 al 2018 se vivieron inundaciones históricas. Por lo que el cambio en pocos años ha sido muy grande.