Es de Mar Chiquita y tiene un programa musical online. En su repertorio transmite cumbia, cuarteto y folklore, entre otros.

Muchas personas descubren una veta artística por diversas circunstancias. Un ejemplo notable de los últimos tiempos se dio durante la pandemia, en el que el tiempo libre y las restricciones conectaron a la gente con nuevas actividades, que incluso se transformaron en salida laboral. Como el caso de Darío quien, a través de la música, se hizo un lugar como animador con gran aceptación del público.

Darío Pradas es de Mar Chiquita y es mejor conocido como "DJ Campero", un animador que lleva la cumbia, el cuarteto y el folklore a los festivales más importantes de la Provincia de Buenos Aires. "Soy de los pagos de Mar Chiquita, donde tenemos la albúfera", comienza su presentación. "Me crié en el campo y a los 12 años mi mamá nos trajo a mi hermano y a mí al pueblo", agrega. Y destaca que siempre tiene presente sus raíces.

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Muy activo en las redes sociales, Pradas lleva toda su energía en un programa propio, "Ritmo de Pueblo", en el que a través de Youtube y Facebook comparte su pasión por la música popular en compañía de su mate, su boina y un acento campero característico que le agrega matices a su repertorio musical. Durante la pandemia, con el encierro obligatorio por la cuarentena, mucha gente comenzó a seguir a DJ Campero y su programa. "Me pasa de ir a los festivales y que la gente me salude por mi programa, es algo hermoso", describe.

En sintonía con los festivales que se desarrollan en la región en homenaje a las costumbres bien argentinas, el repertorio de Darío tiene la música más variada: cumbia, paso doble, ranchera, chamamé y cuarteto, todo con sello bien argentino. "Es algo nuestro, familiar. Esa música no se puede perder", explica. Como DJ, su primera presentación fue en el Paraje El Hornero, en Tandil. Fue tal el éxito que se fue presentando en cada vez más ciudades de la región: "Balcarce, Miramar, Ayacucho, Madariaga. La gente viene, me abraza, se saca fotos, y es un lindo reconocimiento. Creé esto buscando una salida laboral y a la gente le gusta tener alegría con todas las cosas que están pasando", relata.

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Sobre la vida del campo, Darío destaca dos puntos: la tranquilidad y el trabajo constante. "En el campo no te morís de hambre porque siempre tenés muchas cosas para sobrevivir y te produce tanta paz, no escuchás un ruido de nada. Yo imagino que a la gente de la ciudad también le gusta", detalla con orgullo.