Se dedica a la actividad desde hace 10 años. Es de San Clemente del Tuyú y se especializa en guitarras acústicas.

Nicolás Moreno es uno de esos artistas que dan vida a los instrumentos musicales y en diálogo con El Bonaerense, cuenta más detalles sobre su trabajo y

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También músico, Nicolás comienza detallando que "mi entrada a este mundo tiene que ver con tocar la guitarra, accedí a empezar a aprender con mi maestro para hacerme un buen instrumento porque siempre me costaba conseguir un instrumento por su precio". Fue así que tras ver un anuncio en el que daban clases de luthería, arrancó con un hobby que terminó convirtiéndose en su trabajo. Casualmente, un compañero suyo de banda se apuntó en ese mismo curso en otro horario y se dio la combinación para comenzar. "Con la banda nos alquilamos una casa en Mar del Plata, donde yo estudiaba en ese entonces, armamos una sala de ensayo y al mismo tiempo un taller", recuerda Nicolás.

Si bien se suele asociar la luthería solamente con la reparación de guitarras, el campo de acción es mucho más amplio, tal como lo indica Moreno. "El término lutiher viene de la laudería, que era la construcción de laúdes. Pero hoy en día la palabra está extrapolada a todo el terreno de la construcción de instrumentos". "Hay luthieres de instrumentos de cuerda, de viento, de percusión, cuerdas frotadas, martilladas. Es amplio el espectro", agrega.

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Los primeros trabajos de Nicolás estuvieron vinculados a los instrumentos eléctricos y, progresivamente, fue mutando hasta dedicarse a la guitarra clásica, que lo que más emplea hoy en su taller. "La principal diferencia entre un instrumento eléctrico y uno acústico es que el primero tiene una estructura maciza y el sonido depende más de un micrófono que se conecta a un amplificador. En la acústica, el sonido se busca en la madera y la dimensión estructural de esos componentes", describe.

Otro instrumento que le genera curiosidad y ganas de fabricar es el laúd renacentista. "Es un instrumento de del cual no han llegado ejemplares vivos a nuestra época ni tampoco planos. pero se han reconstruido a través de pinturas", destaca Moreno. "Algunos estudiosos han sacado las proporciones de esos cuadros para fabricar planos, sobre todo alemanes e ingleses que hoy se pueden tomar como referencia", añade.

El proceso de fabricar un instrumento musical

En términos de tiempos y costos, Nicolás detalla que "el tiempo depende de cómo tengas ordenado tu taller, y he notado que con la experiencia de construcción cada vez puedo hacer más rápidos los intrumentos", en relación a su perfeccionamiento con los años. Al respecto, opina que "el conocimiento es clave, cuando dejás de tener incertidumbre acerca de pasos o métodos, el trabajo se va agilizando". En su caso, terminar una guitarra le demanda unos tres meses, aunque hay algunos pasos que no pueden alterarse, como por ejemplo el lustre. Además, su trabajo también incluye el mantenimiento de los instrumentos, como pueden ser reparaciones, calibraciones o puestas a punto.

En cuanto al futuro, Nicolás planea hacer una licenciatura para ampliar sus conocimientos y afiliarse a la Asociación Argentina de Luthiers (AAL), lo que le permitiría difundir aún más su trabajo y poder vender sus productos en ferias específicas. De todos modos, Moreno es muy activo en redes (NEM Instrumentos Artesanales) y muestra tanto su taller como sus trabajos, incluyendo todas la etapas de producción. "En este rubro siempre estás en actividad, pienso que una vez que armás el taller no hay excusas para decir que no hay nada para hacer".