Cansados de la inseguridad y la falta de respuestas por parte del Municipio, los pergaminenses acuden a la justicia por mano propia.

Tal como lo indican algunas publicaciones de El Bonaerense sobre Pergamino, la inseguridad es cada vez mayor en la ciudad y crece diariamente a través de diferentes hechos delictivos y violentos.

Los vecinos de la ciudad sienten temor y frecuentemente exigen más seguridad a las autoridades municipales y de la Policía Bonaerense. Sin embargo, las respuestas son nulas o por lo menos no son las esperadas.

Desde los últimos meses y casi sin interrupción, se generó una ola de inseguridad que azotó a gran parte de la ciudad, pero fundamentalmente al Barrio La Amalia, donde los habitantes están cansados de los episodios delictivos.

Cansados de ser blanco fácil de los delincuentes y de las falsas promesas por parte del Municipio, los vecinos comenzaron a organizarse para intentar contener la situación por sus propios medios.

Grupos de Whatsapp, rejas, perros, reflectores, alarmas vecinales y en algunos casos incluso armas, son algunas de las herramientas que encontraron los habitantes para hacer frente a la ola de robos.

En las últimas horas, y en medio de este estado de alerta casi permanente, cerca de la medianoche del lunes, 3 ladrones ingresaron a robar a la sede del Rotary Club Pergamino Cruce, ubicada en Jujuy y Llordén.

Cuando los delincuentes se retiraban con los bienes sustraídos, fueron divisados por un grupo de vecinos que llenos de ira y frustración decidieron detenerlos. Lograron atrapar a uno de ellos, que era el más rezagado.

Luego de propinarle varios golpes y dejarlo maltrecho, la Policía se hizo presente para acudir al rescate del ladrón, que además de golpes y moretones tenía varios de los elementos sustraídas en su poder.

A pesar de que la Policía continuó su búsqueda, aún no pudieron dar con los otros dos delincuentes prófugos.