Lo dejaron atado a un árbol con bozal, una manta y una nota. Ahora buscan una familia que lo quiera para siempre. 

Una tarde de noviembre, algún humano sin corazón dejó atado a un árbol de Villa Ballester a su perro, para abandonarlo a su suerte. 

Se trata de Homero, una cruza de Sharpei con Pitbull, que fue amarrado a un árbol en Villa Ballester. “Tenía una manta y una nota”, afirma Fernanda, quien está a cargo de la difusión del caso en las redes sociales. 

La nota decía: “Soy Homero, tengo dos años y medio y es recomendable que no viva con niños”. No le dejaron ni agua ni comida y, por supuesto, el perro estaba nervioso y desorientado ante la situación. 

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Su foto empezó a circular entre los grupos de vecinos de la zona, pero fue María Paz Salinas, médica veterinaria del área de Bienestar Animal y Comportamiento de Zoonosis de San Martín, quien acudió al rescate. 

Desde entonces, Homero se encuentra a salvo en uno de los caniles de Zoonosis. Ya fue castrado y su comportamiento fue evaluado. Resultó ser un perro dócil y juguetón, aunque habrá que encontrar a la familia justa para él. 

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“No es justo que lo hayan abandonado”, dice Fernanda, y concluye: “Por eso estamos en búsqueda de la mejor familia para él, alguien que encaje perfectamente con su perfil y le de la vida que se merece”.