Se fundó hace ocho años y realizan exhibiciones y compiten. Pelean con reproducciones exactas de armas de hierro y armaduras.

Uno de los deportes modernos basados en épocas históricas es el de los combates medievales. Surgido en Rusia en los años 90, pronto llamó la atención por su alto grado de realismo con las batallas de la Edad Media. Tras su arribo a la Argentina, desde hace algún tiempo Mar del Plata comenzó la actividad con su primer y hasta ahora único club de combate medieval: Dragones Atlánticos.

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El club se fundó hace ocho años en Mar del Plata y realizan exhibiciones durante las ferias medievales con gran convocatoria. "Por un lado tenemos los torneos donde vamos a competir y en las ferias hacemos exhibiciones para que la gente lo vea y se interese", explica Manuel, capitán del equipo y que lleva cinco años de la práctica de esta actividad.

Existen dos modalidades de competencia: el 5 contra 5, en el que hay que derribar a todos los contrincantes y la modalidad individual, que en su estructura es similar al boxeo, ya que hay que sumar la mayor cantidad de puntos en un tiempo determinado. Además, uno de los grandes atractivos es el uso de armas de acero y hierro. "Son históricamente correctas, pero no tienen filo", explica Nicolás. Y agrega que también se usan armaduras. "Pesan 25 kilos y para hacerlas hay que tener en cuenta las medidas y los gustos de cada uno. También tienen que obedecer cierto rigor histórico, una congruencia con un período y una ubicación determinadas".

Los entrenamientos se realizan tres veces por semana, con una hora de trabajo físico y otra de trabajo técnico, las cuales se van alternando en ambas modalidades, según Manuel, "para ir llegando a ciertos objetivos". Y agrega: "cada tanto hacemos un entrenamiento especial en el que nos ponemos las armaduras, pero no lo hacemos todas las semanas porque exige mucho al cuerpo". En cuanto a las competencias, el requisito es ser mayor de 18 años, aunque permiten que jóvenes menores de edad se vayan integrando a los entrenamientos.

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De hecho, Dragones Atlánticos tiene su próxima competencia este fin de semana en Buenos Aires. Como ocurre con todos los deportes amateurs, la parte económica siempre es importante para bancar la actividad. "Cada uno se costea su armadura y cuando viajamos tratamos de ayudar a los que no les alcanza para que podamos ir todos, así que tratamos que las cuotas sean amigables", explica Manuel. Hoy por hoy son unas 20 personas las que entrenan, aunque el grupo está compuesto por más de 40, ya que algunos no están entrenando por diversos motivos.

El próximo objetivo de Dragones es traer un torneo a Mar del Plata, para difundir no solo el aspecto de exhibición, sino también el competitivo. "Hemos logrado terceros puestos a nivel nacional y Sofía Giampietro salió primera en varias categorías individuales. Y algunos peleadores fueron a mundiales representando a Argentina", enumera Manuel. Y en cuanto la fascinación que genera esta actividad, él cree que "muchos tienen un gusto por la parte histórica o la fantasía medieval. Para muchos es un sueño hecho realidad, después se aprende que no todo es como en las películas. que los actores saltan con una armadura puesta, no se puede hacer. Conlleva muchísima energía y esfuerzo, pero uno se siente realizado al practicarlo y es muy llenador", en relación a un deporte que está en auge y tiene sus raíces en el pasado.