El Bonaerense habló con Javier Parisi, el artista oriundo del conurbano bonaerense que es reconocido en el mundo por personificar al emblemático líder de The Beatles. Nos contó sobre sus comienzos, su historia y la trascendencia de su trabajo.

Existen artistas que quedarán inmortalizados por siempre en la historia de la cultura mundial. Sin lugar a dudas, la música trasciende fronteras y su armonía genera grandes impactos en todo el planeta. En muchos casos, las diferencias de nacionalidad, etnia y creencias se ven hermanas por la irrupción un fenómeno masivo detrás del arte. La banda The Beatles conquistó su lugar emblemático por lo disruptivo que fueron en su era y John Lennon será eterno en la memoria de sus más fieles seguidores.

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Una clara demostración de la proliferación de la música a escala mundial es la historia de Javier Parisi. El talento de The Beatles permean cualquier subjetividad virgen de expresión artística. Él, a más de 11 mil kilómetros de distancia, oyó su música a los ocho años y su historia cambió para siempre. Ahora, a sus 42 años el talentoso artista argentino es conocido en todo el mundo por su imitación a John Lennon.

"Mi historia con la música surgió cuando tenía ocho años en Lanús. Estaban viendo un programa de televisión y pasaron una cortina musical que era Anochecer De Un Dia Agitado. Me quedé frente al televisor y quien estaba cerca mío era mi hermano. Le pregunté quienes eran y me dice: The Beatles. A partir de ese momento le pedí a mis padres que quería empezar a estudiar guitarra e inglés", relató.

Todo fue repentino. Como una nota, como una estrofa o el coro de una canción, Javier se vio completamente interpelado por la increíble música que tocaba la mítica banda británica compuesta por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr. "Así fue el comienzo de todo. Tan sólo con ocho años", aseguró. Quizás no lo sabía pero su historia iba a escalar muy alto.

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Desde allí el culto a la música fue parte de su esencia. Si bien tenía una banda primordial para escuchar, se fue nutriendo de vivir en función de un amplio número de influencias. "Los Beatles fueron la base de todo. Me gusta también Elvis Presley, Creedence, Queen, Led Zeppelin, The Who, esas fueron mis influencias. Obviamente, también la música de soul, blues, jazz", aseguró.

Así, comenzó un camino musical que lo llevaría al reconocimiento mundial. Su fanatismo por Los Beatles se cristalizó en John Lennon y desde hace largo tiempo lo personifica en shows, películas y una cantidad eventos muy importantes en todo el mundo. Por ello, esa primera vez tuvo mucho impacto en lo que llegaría más adelante cuando fue creciendo físicamente, artísticamente y musicalmente.

"Desde muy chico empecé a tocar y estar influenciado por Los Beatles. Leía información y buscaba libros. Era una época donde todavía no existía internet e iba a las bibliotecas o compraba revistas y discos para tener a la música de ellos conmigo. A los 19 formé mi primera banda tributo a Los Beatles con amigos del barrio. Ya pasaron 22 años de eso, ahí comenzó todo", relató.

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Los Beatles eran su pasión, pero John Lennon tenía algo más para brindarle a Javier. Su fanatismo por la banda era univoco, pero la admiración por el líder fue más allá. "John Lennon siempre fue el que desde chico me llamó la atención. Por su voz, por su sentido del humor y su espíritu rebelde. Siempre mi vista estaba sobre él. En esa época todavía no estaba el parecido físico, yo era un chico de ocho años. Muchos creen que porque me parezco hago de él. No es así, Lennon estuvo en mi vida desde muy chico".

Si bien por su fanatismo y su parecido físico le permitían personificar a Lennon, él nunca lo vio como una oportunidad a explotar. Su admiración era sincera y la influencia de Los Beatles en su vida marcaron su recorrido. "Yo era un chico que escuchaba la música de ellos, después un adolescente que quería tocar la música de Los Beatles. El parecido físico estaba ahí, no pensé en explotarlo. Después comenzó a dar sus frutos por el trabajo".

Ser John Lennon

Desde Lanús comenzó a darle un tributo a su ídolo. Pero con el correr de los años, Javier decidió ir más allá y trabajó incansablemente para mejorar su expresión artística. "Estudié actuación y busqué mejorar la incorporación de cosas para caracterizar el personaje. Fueron años con gente de acá y de Inglaterra, con coach. Después se terminó convirtiendo en un trabajo en documentales, películas, publicidades y dando conciertos".

Es evidente que Lennon significa mucho para Javier. Lo marcó en su infancia y se convirtió en una forma de vida que le abrió las puertas al mundo. Por ello, escucharlo hablar del mítico músico británico demuestra cuanto amor le generó la música en su esencia. "Es mi vida. Es como si fuera un amigo o un hermano que conozco desde muy chico. Me dio muchísimo, me dio las herramientas para soñar y perseguir los sueños. Todo se alcanza y depende de uno mismo. Es alguien a quien admiro y quiero mucho", afirmó.

Su talento es evidente. Ser reconocido a nivel mundial por su trabajo de personalizar la presencia de un artista tan emblemático y trascendente como Lennon demuestra que Javier también logró ir más allá en su arte. Claro, hacer a Lennon trae serias complicaciones. "Es muy difícil. Desde lo físico, lo escénico y lo vocal es muy difícil. Cada una tiene su particularidad. Me llevó mucho trabajo en todas las facetas", aseguró.

A lo largo del planeta los fanáticos de Lennon se presentan para pedirle una foto. La devoción es tan gran que él asume la responsabilidad y se toma su tiempo para acompañar a los seguidores. Sabe que tiene responsabilidad por recrear su imagen y es respetuoso para retribuir el amor. "Que hablen de Javier Parisi en todas partes del mundo me sorprende para bien. Que hablen de éste argentino que recrea a Lennon en lugares como Noruega, Finlandia, Rusia, Japón, Indonesia. Me da mucho orgullo, es una gran satisfacción".

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Show con banda, formato dúo o tocar solo con su guitarra, así Javier viaja por los países devolviendo a todos un poco de la esencia de Lennon. In My Life es la canción que más lo interpela porla profundidad de la letra. Además, tiene una historia singular con el tema. "Estuve viviendo con familiares y amigos de Lennon durante tres meses en Inglaterra y me dijeron que esa la escribió para ellos. Cuando supe eso cambió aún más el significado".