La suba de precios superaron a la inflación y hoy el pollo cuesta casi el doble que hace un año.

El poco consumo de carne es un gran problema que tienen hoy muchos vecinos de zona norte y de todo el país. Primero se dejó de comprar la carne vacuna por su elevado precio. Sin embargo su sustituto, el pollo, subió tanto que tampoco está al alcance de todos. En mayo, por caso, acumuló una suba interanual del 86%.

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Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la inflación general fue del 5,1% en mayo (60,7% en los últimos doce meses). Asimismo, el IPC para el Gran Buenos Aires (GBA) creció 4,8% en el quinto mes del año (61,2% interanual). Y ante este contexto, el consumo de la carne se vio afectado nuevamente.

La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA) hizo un informe donde se ven algunos aumentos de precios. El asado subió 5,5% mensual, la nalga trepó 5% y el resto de los cortes subieron más del 6% (por encima de la inflación).

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“En tanto, en mayo el precio del pollo entero subió 8,3%, una variación muy significativa, aunque más moderada que las verificadas en marzo y abril (15,1% y 12,1% mensual, respectivamente)”, señaló el informe.

“El precio del asado registró un aumento de 62,2% anual, el de la carne picada 63,3%, el de la paleta 65,2%, el del cuadril 66,7%, y el de la nalga 67,2%”, explicó. Y el pollo, por su parte, tuvo un incremento interanual del 86%, según se indicó.

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Si bien desde el CEPA contaron que los productores justifican el aumento del pollo por los precios del maíz, la realidad es que no debería impactar tanto. Según un estudio de la Universidad de San Martín (UNSAM). Un incremento del 10% en el maíz, derivaría en una suba del 3% en el pollo.

Según el estudio de la cámara sectorial, el consumo se ubica 8,6% por debajo de mayo de 2019 (previo a la pandemia) y se derrumbó casi un 32% desde 2009.