Axel Kicillof encabezará una cena con Intendentes peronistas de la 1ª y 3ª sección electoral, en la tierra de Fernando Espinosa. La idea es calmar las aguas tras hacerse públicas las diferencias entre Alberto y Cristina.

Las esquirlas de la bomba que lanzó Fernando "Chino" Navarro -puertas para adentro del Frente de Todos- todavía retumba. Con la velocidad del sonido, el eco atravesó a lo largo y lo ancho el Conurbano Bonaerense. Cómo si el territorio más poblado del país y sus jefes comunales no tuvieran suficientes dolores de cabeza con el día a día, se sumó una acción que para el peronismo es un pecado: ventilar los problemas.

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En este sentido, una vieja regla que dicta al manual del partido político más popular del país dice que los "trapitos sucios se lavan en casa" y por estos tiempos parece que ya nadie respeta ese código en el oficialismo. Cuando el hombre del Movimiento Evita, cercano a Alberto Fernández, deslizó la posibilidad de que el Frente de Todos vuele por los aires y se materialice una ruptura, obligó al Presidente (o fue orquestado adrede) para que horas después salga con los tapones de punta.

"Valoro a Cristina y a Máximo pero no hay posibilidad de una presidencia colegiada, las decisiones las tomo yo", afirmó tajante Alberto, aunque luego -fiel a su estilo- intentó bajar los decibeles y agregó que no iba a mover un dedo por romper la unidad. 

Cerca de las 20 hs, fuentes consultadas por El Bonaerense afirmaron que habían llegado Alejandro Granados, de Ezeiza; Mariano Cascallares, de Almirante Brown; Alejo Chernobroff, de Avellaneda; Andrés Watson, de Florencio Varela; Juan José Mussi, de Berazategui; para citar algunos que dijeron presente en la cita.

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La relación entre el Presidente y la vice tiene chispazos e idas y vueltas desde hace tiempo. Sin embargo, la frialdad de Alberto ante el ataque al despacho de CFK cuando se votó el acuerdo con el FMI en Diputados fue una bisagra. Ella esperaba un llamado de apoyo enérgico y el Jefe de Estado sólo atinó a enviarle un mensaje de texto que Cristina nunca respondió y sirvió de punta del iceberg para empeorar el poco diálogo que tenían. 

"Es una reunión privada y no podemos confirmar que se comunique algo al finalizar", sostuvieron desde el entorno de Fernando Espinoza, anfitrión de la cumbre de Intendentes en La Matanza. El Gobernador Axel Kicillof agregó a una agenda ya de por sí cargada y hoy se reunió con varios intendentes. La idea era tantear el terreno, calmar los nervios e intentar que la agenda política y de gestión no sufra contratiempos.

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"No es una cumbre oficial, te diría que mejor dicho es una cena entre dirigentes pero no podemos comunicar nada más", sostuvo otro de los interlocutores del distrito donde se realizará esta noche el evento. 

"Asistirán intendentes de la 1ª y 3ª sección electoral", aseguró, escueto, otra de las fuentes consultadas. Es decir que, participaran intendentes del Norte y sur del Conurbano que pertenecen al bloque oficialista, exceptuando a los dirigentes de la oposición. Cómo pocas veces desde que asumió la coalición de gobierno, se agitaron las aguas como para que haya que calzarse el salvavidas. Es imposible pensar que el barco se pueda hundir, aunque nunca se descarta que algún tripulante quiera saltar y salvarse antes que sea demasiado tarde.