Tenía 76 años y se quitó la vida con un disparo en la cabeza.

Impactante, triste y, probablemente, inédito en la zona norte del conurbano bonaerense. Así fue la situación que se vivió alrededor de las 20 en la catedral de San Miguel. Allí, un hombre de 76 años se suicidó de un disparo en la cabeza.

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Los testigos contaron que se escuchó un fuerte ruido en la iglesia y, por eso, muchas personas entraron a ver qué había ocurrido. Sin embargo, salieron rápidamente al ver al cuerpo de un hombre tendido en el suelo con mucha sangre.

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Tras los gritos y corridas (ya que muchos creyeron que fue un asesinato), se llamó a la policía. Las fuerzas de seguridad constataron que se trataba de un suicidio y calmaron las aguas.

Hasta el momento, se desconocen las causas por las que el hombre tomó esta decisión. Y su identidad permanece reservada.

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Funcionarios policiales se llevaron como testigos, a la comisaría primera, a un cura y a un monaguillo de la Catedral. La Policía Científica y el personal del SAME trabajó en el lugar del triste hecho y retiró el cuerpo alrededor pasadas las 22.